SEGURIDAD EN IGLESIAS HA SIDO UN FACTOR REBASADO
• Se trata de un acto ilícito cuyos índices con exactitud se desconocen porque se carece de un panorama real del robo y tráfico de arte sacro
Esa mañana, la persona que abría las puertas de la parroquia de Azcapotzalco se percató del vacío. Desierto, sin ápices de la reliquia colgante; sólo ausencia. El óleo de la Santísima Trinidad estaba perdido y de él únicamente quedaba el recuerdo de los fieles, una imagen y una carpeta en la Procuraduría General de Justicia (ahora Fiscalía) que podría sumarse a los casos de robo de arte sacro que quedan en la impunidad. La Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago fue el lugar donde en noviembre de 2019 se registró el hurto de una obra de arte del siglo XVIII, por lo que se abrió un expediente que hasta el momento no ha dado resultados. El párroco Daniel Campos, a través del administrador del recinto, Javier Reyes, se reservó comentarios sobre lo ocurrido entonces porque “es un caso delicado que está siendo atendido por las autoridades”. La seguridad en las iglesias ha sido un factor rebasado, pues en la parroquia ocurrió el robo pese a tener un letrero en el que se advierte que hay vigilancia las 24 horas. Algo similar pasó a inicios de 2019 en la catedral de Tenancingo, Estado de México, donde dos sujetos se quedaron durante la noche en el interior y se llevaron la corona de oro de la Virgen. A este factor se suma que las iglesias no tienen la capacidad de revisar el flujo de visitantes, por ello una de las líneas de investigación es que hay personas que roban las obras por encargo, pues miembros de la comunidad han notado que hay quienes visitan en varias ocasiones los templos, toman fotografías de sus tesoros y poco después las obras desaparecen. Se trata de un delito cuyos índices con exactitud se desconocen porque se carece de un panorama real del robo y tráfico de arte sacro. Recordemos que en 2018 se registraron en la Ciudad de México 19 mil 854 delitos con investigaciones en la Fiscalía. Tan sólo el crimen de robo a negocio con violencia en Azcapotzalco ese año ascendió a 178, mientras que en los que no hubo alguna agresión fueron en total 909. Además hubo mil 97 investigaciones de robo a transeúnte con violencia. Javier Martínez Burgos, investigador del Departamento de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que uno de los elementos que complica la interposición de denuncias es la dificultad de las comunidades para desplazarse a otros lugares donde haya una agencia de la Fiscalía. Falta de documentación El mayor problema para iniciar una denuncia es que se carece de información de las piezas para que se pueda levantar un reporte. Es decir, no se tienen detalles y hacen falta imágenes que permitan conocer las características de las piezas
En 2009, la Interpol informó que el comercio ilegal de las piezas de arte sacro en América Latina ascendía a 20 millones de dólares mensuales