Se sigue apostando a la integración de grupos de presión al interior de los Partidos con el solo objetivo de pelear por sus cuotas de poder
Esto es lo que está pasando en los Partidos Políticos actualmente; todo cambia o pretende cambiarse, pero en esencia se conserva el mismo ritual, se continúa con las viejas prácticas de hacer política, se otorgan apoyos velados hacia algún candidato en particular y se piensa que la sola presencia del ungido en los actos oficiales les garantizará el triunfo en las urnas; quizá la estrategia les procure buenos resultados en sus nominaciones internas, pero ya en la praxis electoral las cosas pueden y de hecho han cambiado diametralmente a los objetivos buscados.
Se sigue apostando a la integración de grupos de presión al interior de los Partidos con el solo objetivo de pelear por sus cuotas de poder, argumentando que el apoyo proporcionado por dichos grupos merece ser recompensado y amenazando con la desbandada en caso de no acceder a sus exigencias; esto ha pasado siempre en todos los procesos electorales, primero es el desgaste interno y luego la lucha electoral, por ello muchos candidatos ya llegan a la contienda formal, bastante magullados por tanto fuego amigo de que han sido objeto.
Para estos tiempos ya habremos de empezar a observar un curioso fenómeno que se da como una etapa previa a cualquier proceso electoral, pues todos aquellos que aspiran a ser candidato a algún puesto de elección popular, poco a poco se dejarán ver en los actos oficiales de una manera “casual”, saludando a las autoridades en turno y repartiendo abrazos a diestra y siniestra a todos sus “amigos”, esa es la forma usual de manifestar su presencia y darse sus baños de pueblo.
Pero algo todavía más curioso sucede en torno a los aspirantes, y sí, me refiero a la transformación que se da en el resto de la gente que gusta de participar en la alquimia política, pues empezarán a buscar a los posibles candidatos para ponerse a sus órdenes y de esta manera ganarse la gracia de su “amistad”, misma que después tratarán de sacarle provecho con la petición de algún favor.
Lo cierto de todo este ritual electoral que se da prácticamente en todos los Partidos Políticos, es que en ningún momento existe una verdadera consulta a sus bases; se da cabildeo, se da influencia política, se dan negociaciones, se dan presiones, o finalmente se da dedazo, pero una auténtica consulta a sus bases siempre brillará por su ausencia; sin embargo, de todo este quehacer político dependerá el triunfo o la derrota.
El show se convierte en un cuento de nunca acabar; los Partidos Políticos, con todo y sus líderes carismáticos, oportunistas electorales, advenedizos o acomodaticios políticos, todos ellos no ha entendido o simplemente no les interesa entender que entre más se alejan de la ciudadanía más lejanas estarán sus posibilidades de obtener y en su caso sostener el triunfo; sin embargo se empecinan en caminar por el mismo lodazal de la antidemocracia; ven que el hueso se les puede escapar, y optan por acordarse del elector solamente cuando así conviene a sus intereses mezquinos.
Ya no falta mucho para que los ciudadanos nos volvamos a ver nuevamente como el manjar delicioso y favorito de los políticos, pues somos poseedores del néctar del voto que tanto los endulza.
Sin embargo vayamos preparándonos para darle ese néctar a quien en verdad se lo haya ganado con acciones y no con promesas incumplidas, las posiciones políticas deben ganarse con resultados, con trayectoria positiva, y esta solo se consigue cuando se es congruente entre lo que se dice y lo que se hace.
Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.
MIGUEL:.ROSALES:.PÉREZ:.