“EL PUEBLO”, PRETEXTO DE VIVOS

“EL PUEBLO”, PRETEXTO DE VIVOS

ALFIL NEGRO

No hay político que no utilice “EL PUEBLO” como la razón de sus pretensiones y aspiraciones de poder, porque dicen que todo su trabajo, su vida, sus desvelos, sus angustias, y sus sueños son para que ese pueblo viva mejor, para que no sea pobre, para que tenga salud, educación, seguridad, trabajo, en una palabra para que sea feliz por los logros y empeño del político en cuestión.

Eso dicen casi siempre.

No es que les atraiga el poder por los beneficios que ya en la práctica se presentan, de ninguna, manera, lejos de ellos las prácticas de abusos ya con poder y menos de ser uñas largas con arreglos raros en que siempre salen beneficiados, y menos con prácticas en que misteriosamente sus parientes y familiares, así como sus amigos y recomendados terminan en la nómina de las oficinas que les toca dirigir cuando ganan.

Siempre es por “el pueblo”, el conjunto de ciudadanos en determinado territorio con mandamientos que a todos rigen y con programas de acción y desarrollo que se suponen son para que mejoren las condiciones de vida del pueblo.

Y en nombre de ese pueblo, al que desde luego se le llama SOBERANO, porque es el origen y base del poder, resumido en las frase de que “el pueblo pone y el pueblo quita”, como para dejar en claro que el poder real nace y es de la gente, del pueblo que es el que ordena, se deciden cosas aun por encima de la ley, siempre con la narrativa de que es el pueblo el que ordena, como se propone en una consulta para que las fuerzas armadas sigan hasta el 2028.

Será el pueblo el que decida con su opinión, que desde ya y sin consulta, dirá que está de acuerdo y que las fuerzas armadas deben seguir por el tiempo que decida el ciudadano de Palacio Nacional.

EL PUEBLO, es un concepto muy choteado, porque en su nombre se deciden cosas que se quieren en el poder, se violenta la ley, se imponen criterios y medidas que tienen un solo origen que es el poder y que casi siempre se adjudican a la voluntad popular.

En todo caso si de verdad es el pueblo la base del poder, lo menos que se debe hacer para respetar esta idea es fortalecer los organismos que con historia y resultados encarnan el derecho del pueblo para monitorear y evaluar el poder político, con decisiones en que se premie al que lo haga bien y se castigue al que actúe mal.

Sólo así tendrá valor eso de “el pueblo”, que en la actualidad es un pretexto de vivos que en nombre de todos abusan y se benefician con el poder ,que una ya otra vez gritan que se los dio el pueblo con su voto.

Se supone que es el pueblo la fuente del poder y por lo mismo nada debería pasar en el ejercicio del poder sin la anuencia de la gente, pero ya en la realidad el pueblo no cuenta porque los que deciden tienen sus propias agenda y decisiones nacidas de sus compromisos y de sus ideologías, sin que los organismos que se supone representan a la ciudadanía cuenten, porque el que tiene más saliva traga más pinole.

El pueblo con su voto elige, se supone que en libertad, a quienes tendrán el poder en sus manos y en esta elección elige organismos que se deben encargar de ponerle límites a las gentes del poder, con equilibrio de poderes para evitar la concentración del poder en una sola persona por los peligros obvios que se presentan.

Si el pueblo es de verdad la base de la soberanía, lo menos que se debe generar es el equilibrio de poderes por lo que significa de corrección o fortalecimiento de lo que decida el que manda.

Cada quien tendrá su opinión de lo que está pasando en nuestro país en este momento en esto del ejercicio del poder y el pueblo al que todos lo invocan y muy pocos respetan.

Todos dicen que el pueblo manda… pero muy pocos lo obedecen.

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