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El príncipe heredero saudí ordenó la muerte de Khashoggi

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Conclusión de la CIA

    •    Los servicios de inteligencia afirman que 15 agentes procedentes de Riad volaron a Estambul en un avión del Gobierno y mataron al periodista 


Entre otros elementos, han analizado una llamada que Khalid bin Salmán, hermano del heredero y embajador saudí en Washington, hizo a Khashogghi diciéndole que debía ir a la ciudad para llevar a cabo sus gestiones y garantizándole su seguridad
La CIA ha concluido que el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán (MBS) ordenó el asesinato del periodista crítico con el régimen Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, avanzó The Washington Post y publicaron después varios medios estadounidenses citando fuentes de la Administración o conocedoras del proceso.
El resultado de la investigación deja en una situación muy difícil a Bin Salmán, a quien Riad ha tratado de desvincular completamente del crimen pese a las crecientes insinuaciones turcas en sentido contrario.
Khashoggi, que vivía en EU y era colaborador habitual del Post, acudió a la legación diplomática de Estambul para llevar a cabo trámites relacionados con su futuro matrimonio con una mujer turca y ya no salió.
A partir de ahí, Riad ha cambiado varias veces de versión. Primero aseguró que el periodista había dejado el consulado por su propio pie, pero, después de tres semanas de presión por el goteo de informaciones desde Turquía, acabó admitiendo la muerte. En un momento inicial, las autoridades saudíes afirmaron que Khashoggi murió en una pelea en las instalaciones, aunque luego culparon a unos agentes que, supuestamente, habrían actuado por libre y sin planificación. Hay 11 acusados y cinco de ellos se enfrentan a la pena de muerte.
La dureza y la rapidez de la justicia saudí contra estos individuos de los que no se conoce el nombre, sin embargo, no han servido para aplacar las dudas internacionales. Y, de confirmarse, las conclusiones de la CIA revientan cualquier intento de cobertura al príncipe.
La inteligencia estadounidense también tiene en cuenta que el príncipe supervisa todos los asuntos del Reino. “La posición aceptada es que no hay forma de que esto ocurriese sin él ser consciente de ello o estar involucrado”, señala una fuente de la Administración citada por el rotativo de Washington.