El planeta en vilo: ¿Donald Trump o Hillary Clinton?

No es la suerte de los Estados Unidos la que hoy está en juego, también la de México y la de millones de mexicanos. Los Estados Unidos han sido durante años la alternativa para millones de nacionales que han querido escapara de la pobreza, el subdesarrollo y la violencia. Durante años, a los Estados Unidos se fueron millones de campesino pobres en busca de una oportunidad de desarrollo que México y sus gobiernos les negaron y durante los últimos veinte años, no sólo ha sido el destino de más del 80% del total de las exportaciones del país, sino sido la válvula de escape que ha evitado revueltas populares y el estallido social.

El cineasta estadounidense Oliver Stone, ha dicho que Donald Trump es un chiflado, Barack Obama un líder sin visión del futuro y Hillary Clinton la candidata más peligrosa, aún cuando se presente como una liberal. He insistido que en época de crisis es cuando surgen las personalidades históricas, muchas veces las menos deseadas, como Hitler, y hoy estamos en la cúspide de una crisis económica internacional donde millones de estadounidenses escuchan de Donald Trump lo que desean oír.

Hoy martes, los electores estadounidenses determinarán si los Estados Unidos siguen por la senda del libre comercio y con las mismas políticas, tanto al interior de su país como al exterior, o si cambian la historia, porque la elección de Hillary Clinton o Donald Trump va a empujar a su país a por uno u otro camino, marcando el presente y futuro de México, quien desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1993 se olvidó de América Latina y encadenó su destino a la suerte de sus socios de América del norte.

Hillary Clinton como Donald Trump hasta ayer lunes no tenían la seguridad de ganar y multiplicaron sus esfuerzos para captar a los electores indecisos en actos de campaña relámpagos por varios estados, mientras que Hillary recurrió al presidente Obama y a su esposa para fortalecer su campaña, después de las revelaciones embarazosas de sus correos privados durante sus funciones como la secretaria de Estado de La Casa Blanca, que le dieron a Trump elementos suficientes para calificarla de corrupta y mentirosa.

Por suerte para Hillary, a 48 horas antes de votación, el FBI modificó su postura la noche del pasado domingo e informó que dejaba sin efecto continuar con las investigaciones de los correos de Hillary Clinton, al no encontrar nada en la última entrega de mensajes de correo electrónico que valiera la pena reabrir el la investigación; a lo cual Trump cuestionó diciendo que no era posible el análisis de 650 mil mensajes en sólo ocho días, rebelándose contra el sistema y acusándolo de corrupto.

Ahora, la suerte está echada. Las minorías podrían marcar el destino de las elecciones en los Estados Unidos, minorías que han sido las más afectadas por la crisis que heredó Barack Obama de George W. Bush en 2008 y hoy reclaman empleos, los cuales ha afirmado Trump se han ido hacia México producto del TLCAN, ofreciendo regresarlos poniendo fin al acuerdo comercial firmado con Canadá y México, así como a otros tratados comerciales que los Estados Unidos han firmado en los últimos 20 años, hallados culpables por Trump de exportar millones de empleos de los estadounidenses.

Donald Trump no sólo ha señalado que no reconocerá el triunfo de Hillary Clinton, sino que ha acusado al sistema electoral estadounidense de corrupto. En el año 2000, George W. Bush ganó Florida y por lo tanto las elecciones a Al Gore, quizá la Florida vuelva a ser quien le de el triunfo a uno u otro candidato, en un sistema electoral que no es homogéneo en ningún Estado y en una democracia que está muy lejos de serlo, anclada en el control de las empresas de los medios y de los representantes de las dos cámaras, donde no existe el voto directo para elegir a su presidente como en México.

El presidente Enrique Peña Nieto, su Canciller y sus Secretarios de Estado, han insistido que México está preparado para hacer frente a Trump, pero ¿Por qué México tiene que depender de un país y de su suerte, de quién gobierne? ¿Dónde está su independencia para decidir su destino? ¿acaso el gobierno nacional no debería, desde hace años, hacer lo necesario para brindarles a los mexicanos las posibilidades de desarrollo y el bienestar que han salido a buscar a los Estados Unidos?.

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