No hay descanso para el peso. Con el mercado mexicano cerrado por la fiesta de la Independencia, la divisa volvió el viernes a caer frente al dólar y registrar un mínimo histórico. Así, en sólo 24 horas, descendió un 1,4% y quedó en 19,62 unidades por dólar, su peor resultado al cierre. Un impactante dato que posiblemente sea el preludio de una tormenta aún mayor. La próxima semana la Reserva Federal revisará sus tipos de interés y los expertos apuntan a que entonces puede cruzar el umbral psicológico de los 20 pesos.
La caída viene de atrás. En poco más de un año se ha depreciado un 20% y esta misma semana ha llegado a ser la moneda más vapuleada de los países emergentes. En su contra juega que, con 135.000 millones de pesos cambiando de manos diariamente, es una de las divisas más líquidas del planeta y, por tanto, extremadamente sensible a los temblores, sobre todo, si proceden de Estados Unidos, el destino del 80% de sus exportaciones.
En Washington todas las miradas están puestas en una eventual subida de los tipos de interés el miércoles. Una decisión que, como un imán, disparará la cotización del dólar y aumentará la volatilidad financiera en México.