EL PEQUEÑO TIMMY

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EL PEQUEÑO TIMMY

Cierren puertas y apaguen las luces

En los últimos años habíamos escuchado sobre el decomiso de miles de litros de combustible presuntamente ordeñado de diferentes ductos en la región del valle de Cuautepec, en las noticias salían las camionetas que fueron presuntamente robadas y que eran utilizadas para el “huachicoleo”, pero desde hace unos meses, que cierto perfil asumió la presidencia, ni decomisos, ni nada, al contrario, en Cuautepec se reza por no tener la “bala de cada día”.

La única constante es que: hay balazos, hay muertes, hay agresiones, hay una creciente demanda de seguridad y también una actuación que ha dejado mucho que desear. La realidad de Cuautepec es una muy ajena a la que pinta el alcalde Manuel Fermín Rivera Peralta, cuya máxima de su gestión es: “cierren todo y váyanse a casa porque nos van a atorar”. 

Y por si no bastara con ver los memes que han surgido sobre la realidad que vive Cuautepec, es cuestión de acudir al municipio y preguntar a la gente sobre la situación, algunos no quieren hablar sobre el tema, otros saben quienes son los grupos y la forma en qué operan, pero al final nadie sabe ni hace nada… 

La bolita de la responsabilidad se la echan unos a otros, y aunque el tema del huachicol es competencia federal, lo que se ha mostrado en la región es que la coordinación que en algún momento se pretendió tener, ha fracasado, al grado de que según los mismos pobladores, “los malos” han logrado capturar en varias ocasiones a algunos de “los buenos” y como reyes de la casa se ponen a negociar con las autoridades que prefieren cerrar la casa y apagar las luces. 

Ahora, con el tema de los baleados, con los difuntos que han quedado tirados en pleno espacio público, ¿cuántos detenidos hay? eso es lo que se tendría que estar trabajando, y aunque en reiteradas ocasiones la autoridad estatal ha referido los grandes esfuerzos que se hacen para contener la delincuencia, en Cuautepec se está quedando a deber en el tema.

Una anécdota que no será fácil de olvidar, será aquella vez que tras un operativo fallido con el que pretendían capturar a “uno de los grandes”, el tiro salió por la culata, y tras ver amenazado al personal de presidencia, el alcalde mandó a cerrar el recinto y que todos se fueran a sus casas, una decisión que muestra que no se cuenta con un gobierno eficiente que pueda dar protección ni a sus propias instalaciones. Y aunque no deja de ser una buena decisión por el bien del personal que está a su cargo, por otra, la lectura ha dado mucho que interpretar de un gobierno que ha comenzado a verse como fallido entre los propios votantes que acudieron a las urnas y “eligieron” al presidente municipal.