A sólo dos meses de la elección
• Los estadounidenses ven a Trump más honesto y fiable que la candidata demócrata
Informaciones vinculan a la demócrata con la Fundación Clinton, con el Departamento de Estado como nexo de unión. El martes The Washington Post, desveló que Bill Clinton recibió una remuneración de 17,6 mdd, durante cuatro años, como «canciller honorario» de la Universidad Internacional Laureate. El hecho no tendría nada de particular, si no fuera porque la institución fue invitada a uno de los almuerzos organizados por la secretaria Clinton, durante su etapa al frente del Departamento de Estado, con este requerimiento de su titular: «Hay que invitarles porque son amigos de Bill»
La casi unanimidad de los expertos, analistas y pronosticadores coinciden en atribuir a Hillary Clinton la condición de favorita clara en noviembre. Incluso a pesar de que los últimos sondeos hayan estrechado el margen.
Larry J. Sabato, prestigioso profesor de la Universidad de Virginia, conocido por su Bola de Cristal, le otorga hoy un triunfo por 348 delegados a 190. FiveThirtyEight.com, el sitio web de predicciones por excelencia, que dirige Nate Silver, sitúa a la exsecretaria de Estado con un 70%-30% de margen favorable. Hace unos días, The New York Times ampliaba el pronóstico a casi 90-10. Este martes, The Washington Post concluía que Clinton encabeza con claridad, por «al menos cuatro puntos», los estados decisivos.
Casi nadie cree que Trump pueda ganar, pero los pronósticos ya erraron en las primarias republicanas. Claro que la elección presidencial no es un proceso interno de partido. Sin embargo, la bruma de un pasado discutido y polémico del matrimonio Clinton sigue emitiendo señales de duda.
La última encuesta, difundida el martes por la CNN, arroja más sombras a la aspirante a ser la primera presidenta del país: los estadounidenses dan una victoria a Trump por 50% a 35% en honestidad y confianza. En una elección tan atípica, muy movilizado y receloso el voto antiestablishment, la letra pequeña indica que hay partido.
Con dos meses de batalla por delante, Hillary Clinton ha hecho del acercamiento a la prensa uno de los pilares del sprint final de campaña. Su imagen de falta de transparencia sigue siendo fuente de inquietud. 275 días después, la candidata demócrata intentaba disipar con una conferencia abierta el malestar de periodistas que le siguen, ansiosos por obtener declaraciones de una desaparecida aspirante a presidenta. El escenario, un nuevo avión que compartirá Clinton con los reporteros para recorrer los kilómetros que faltan de campaña. Dos gestos en uno.
La resurrección del escándalo de los e-mails, que va a perseguir a Clinton hasta el pie de las urnas, ha vuelto a mermar su ventaja en las encuestas. agosto la recibió con una amplia diferencia sobre Trump, de siete a diez puntos, tras una exitosa convención demócrata.
El final del verano estrecha las diferencias. La misma encuesta televisiva reflejaba el martes un empate técnico entre ambos. Globalmente, el magnate supera en dos puntos a la exsecretaria de Estado.