EL OLFATO Y EL SEXO

DE CUERPO ENTERO
    •    El oler se abre como un gran capullo que absorbe todo, que ve todo y que consume todo


AMOR AL PRIMER OLFATO

“Para Raquel aquella primera mirada y aquel primer encuentro significó no solo como entrar en un paraíso, sino el poder vislumbrar una atracción que le nubló la conciencia.
En realidad, ya había habido otras ocasiones que lo notó a lo lejos, e inclusive sabía de las aventuras y caminos amorosos que Victor había sembrado como un gran currículum vitae de esos machos que abundan por doquier.
Sin embargo, fue cuando por esas cosas del azar bailó pegada a su pecho una melodía vieja de Ray Connif, sin que realmente supiera que pasó, su cuerpo se estremeció y con un hondo suspiro suele recordar este momento.”

Dentro de la evolución filogenética del ser humano, allá en los albores de la humanidad hace probablemente 4 millones de años, cuando el mono empieza a caminar erecto y que gracias a excavaciones realizadas en Etiopía se encontraron los fósiles que rescataron a la abuela de la humanidad, un homínido hembra a la que llamaron “Lucy”, en honor a una canción que en la década de los sesentas se escuchaba por todos lados: Lucy in the sky of diamonds, de los Beatles, y que se demostró ya caminaba en dos pies, es que encontramos el eslabón del origen de la humanidad ahora pensante. Al paso del tiempo seguramente cambió también su entorno y sus posibilidades del ver el mundo, y así lo empezó a disfrutar desde una posición vertical, desde una panorámica más horizontal y con una amplitud de poder respirar y expandir sus pulmones con mayor eficacia.
El olfato, el oler se abre como un gran capullo que absorbe todo, que ve todo y que consume todo.

De acuerdo a la Dra. Fisher en su libro “ANATOMÍA DEL AMOR”, es en este momento cuando el mundo de la percepción inteligente gracias al olfato, da el salto para iniciar el diseño del “homo sapiens”.
El sistema nervioso central con sus diferentes estructuras no solo se convierte en la gran computadora que organiza y controla, sino que empieza a desarrollar áreas que hasta la fecha no se han dilucidado.
El rinencéfalo, es decir la parte anterior del cerebro que procesa los olores es la parte más antigua del cerebro, la que tiene posiblemente el mayor número de conexiones a todas las partes de la corteza cerebral y donde arranca y seguramente procesa todo eso que llamamos amor, deseo y pasión.
En el reino animal es el olfato el que moviliza los encuentros amorosos para perpetuar la especie, la hembra buscará sabedora del olor que despide al macho que reúna los requisitos para ser el triunfador que con una buena carga genética logre prolongar la existencia mediante la preñez.
En el género humano pasan cosas semejantes, es el olor imperceptible en forma consciente, lo que atrae, enlaza y somete forjando un amor a primer olida, a primer olfato.

¿A QUÉ HUELE EL SEXO?

Los estudios más recientes en el Instituto Karolinska de Estocolmo muestran que estos olores sexuales, llamados feromonas son parte inherente de todos los seres humanos, y que dentro de la bioquímica genética se logra establecer un ensamble tal que él, o ella, quedarán subyugados por la gran sincronía de estas cargas de genes que se expresan por un “simple olor”.
En esencia es la expresión de una carga hormonal el posible vector de los millones de partículas que la nariz absorbe; (cerca de 10 millones de células especializadas que penden de las fosas nasales de cada ser vivo), y que la hormona –estrógeno en las mujeres, y testosterona en los hombres, saturarán estas células para que el sistema límbico –el especializado en el amor- procese y concluya que has encontrado tu media naranja, has encontrado el amor para siempre.

TE AMO CON TODO MI OLFATO

Posiblemente el olfato es el sentido menos cuidado y menos atendido; sin embargo, se calcula que los seres humanos somos capaces de discernir, diferenciar cerca de 10 mil olores diferentes, y que además el olfato es el sentido como la mayor cantidad de memoria. Cuando uno ve una vieja fotografía suelen llegar los recuerdos que a veces hasta lágrimas provocan, sin embargo, cuando percibimos un olor de antaño no solo vuelve el recuerdo, sino que inclusive estremece por las sensaciones que genera. Los olores de antes cuando se hacen presentes lo hacen con todos los ingredientes de esa época.

El futuro en este terreno se avizora como un camino rico para poder ayudar y controlar los sufrimientos de los eternamente enamorados, para poder facilitar el camino para aquellos que el amor se les da poco, y porqué no, para amarrar el amor para siempre y todo gracias al olor.

PARA REFLEXIONAR
Cuando decimos que el rinencéfalo es la parte más antigua del sistema nervioso central, bien podemos imaginar que se trata de cientos de años, pero, ¿qué son 4 millones de años para el universo? El amor se ha definido desde los versos y rimas de los poetas, desde las tragedias de la literatura como Romeo y Julieta, Abelardo y Eloísa, Bonnie y Clyde, Juana la loca y Felipe el hermoso, o las historias mortales de Dido, Anna Karenina, o la historia apasionada de los amantes de Turel; en todas ellas las feromonas hicieron de las suyas prodigando vaivenes inimaginables de dopamina, acetilcolina, estrógenos, testosterona, y hoy sabemos que pueden tener un gran papel en estas epopeyas la oxitocina y la vasopresina.
El olfato es el gran detonante de los estremecimientos que no sólo seduce, sino que atrapa para siempre en dibujos claros de recuerdos que huelen a geranios, chabacanos o amapolas.

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