No es una de esas estrellas que estén tuiteando día y noche, nada más lejos. Con suerte lanza un mensaje (o dos, si está inspirada) a la semana. Pero no necesita más: lo que Emma Watson pone en sus redes se convierte en oro. Incluso cuando está muy alejado de su papel de estrella de Hollywood. Así lo ha demostrado en su último mensaje.
En el cuál pide a los estadounidenses que en las próximas elecciones del 8 de noviembre voten a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
“En ocasiones, la política puede parecer decepcionante y plagada de retórica y cortinas de humo. Sin embargo, independientemente de las creencias personales de cada uno, es innegable que el resultado de las inminentes elecciones presidenciales de Estados Unidos afectará al mundo entero e influirá, de una forma u otra, en las vidas de millones de personas.
Estados Unidos es mi segundo hogar. Allí tengo amigos a los que considero de mi familia. Ha sido insoportable mantenerse al margen durante estos meses previos a las elecciones. Por Dios, ojalá pudiera votar. Sabemos que el nivel de riqueza, la democracia o la identidad etnorreligiosa no son los indicadores más fiables de paz y prosperidad de un país, tanto a nivel nacional como global; pero sí que lo es cómo se trata a las niñas y a las mujeres (Sex and World Peace, de Valerie Hudson). El futuro presidente tiene que ser capaz de tomar decisiones que afectarán a las mujeres; decisiones sobre sus cuerpos, sobre sus condiciones laborales, sobre cómo se les trata en los campus universitarios y en los colegios, sobre cómo las tratan los hombres y sobre sus derechos como ciudadanas. Todas estas decisiones afectan a la manera en que los jóvenes dan forma a sus ideas con respecto a los asuntos de género.
Estas decisiones influirán en si le damos o no importancia a la idea de la igualdad.
En 2014, tuiteé un cita de Desmond Tutu: ‘Los hombres y los niños demostramos la virilidad con nuestra manera de tratar a las mujeres’. Los hombres estadounidenses a los que conozco y adoro lo aplican. Saben que la forma que tiene un hombre de tratar a las mujeres no puede pasarse por alto ni dejarse de lado.”