El llamado del corazón

RELATOS DE VIDA

Hacía tiempo que estaba inquieta, el corazón repetidas veces tocaba la gruesa capa de piel en un llamado para poder salir, para escaparse de aquel lugar que había dejado de ser su hogar porque los músculos lo oprimían cada vez más invadiendo su  espacio…su santuario.

Las preocupaciones económicas, los sobresaltos, los enojos, las dudas, los rutinarios días, los miedos, la infelicidad, habían robado su tranquilidad y el rumbo que desde adolescente había marcado para su vida, un camino que sabía estaba plagado de obstáculos pero que estaba decidida a saltar para alcanzar todas las metas y propósitos fijados.

Sin embargo esa vitalidad y poder de decisión desvanecían, se sumió en el conformismo, en el vivir un día a la vez, olvidó los sueños y todas las ilusiones que alimentaban su alma y espíritu, el mundo cambiaba y su perspectiva también, dejó de luchar, de enfrentarse, de caerse y levantarse y el corazón sentía los estragos.

Algunos días despertaba con vigor creía que podía recuperar todo lo que había perdido, trataba de mantener la esperanza, de seguir en búsqueda de esa luz que le ayudara a salir, lo intentaba, por el ser supremo que lo intentaba, pero al final del día solo tiraba la toalla y ya no esperaba más, solo ver nuevamente la luz del día, y continuar en esa corriente.

Una mañana solo se sentó, echó un vistazo a su alrededor, sintió una opresión en el pecho y creyó que sería su último instante, cerró los ojos y escuchó una voz interior, el corazón no podía más y al igual que ella estaba a un segundo de tirar la toalla, cuando simplemente escuchó, -“mamá quiero leche”- recordó por qué seguía en este mundo, y le pidió a la voz interna – ¡aguanta, alguien me necesita, cuidaré de ambos!

Se levantó de la silla, atendió al llamado, hizo una llamada y replicó – ¡ya no más!- tomó algunas pertenencias y comenzó de nuevo en algún lugar en donde nadie le oprimía la vida, sus sueños, ilusiones y su corazón.

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