El Liverpool, con muchas bajas, incluidas las de última hora de Mohamed Salah y Darwin Núñez, salvó la peligrosa visita del Luton Town, remontó a los ‘Hatters’ y prolonga su liderato en la Premier League al menos dos semanas más (4-1).
Los ‘Reds’, que contaron con diez bajas de jugadores del primer equipo e incluso tuvieron que convocar a un chico de 16 años para el banquillo, remontaron en la segunda mitad el tempranero tanto de Chiedozie Ogbene con goles, dos servidos por Alexis Mac Allister, de Virgil Van Dijk, Cody Gakpo, Harvey Elliott y Luis Díaz, el mejor del partido.
A principios de temporada, el Liverpool hubiera marcado este encuentro ante el recién ascendido Luton como tres puntos seguros, pero la lista de bajas torció el gesto de Klopp y dio a luz a una alineación de emergencia, con un tridente formado por Harvey Elliott, Luis Díaz y Cody Gakpo.
El colombiano pudo contar una historia diferente desde el principio y haber evitado las urgencias si hubiera aprovechado un mano a mano o un disparo a placer que tuvo en los primeros cinco minutos, pero el Luton, en sus primeros pasos de su historia en Anfield, dio la campanada momentánea.
De un saque de banda, los de Rob Edwards se inventaron un gol. Cauley Woodrow retuvo la pelota de espaldas a la portería, se la dejó a Tahith Chong, que venía en carrera, y el holandés, un ex del United, remató con fuerza para que Caoimhin Kelleher solo pudiera tocarla y no bloquearla.
El balón, volando, llegó hasta el segundo palo, donde Chiedozie Ogbene se adelantó a Joe Gómez e hizo el sorprendente 0-1 en Liverpool.
Los ‘Reds’ cargaron toda la responsabilidad del gol en Luis Díaz, pero el colombiano, por más que lo intentó, no paró de cometer fallos. De todos los colores, lanzándose en plancha dentro del área, con latigazos desde fuera, intentando regatear en la línea de fondo. El colombiano disparó seis veces en media hora y se echó el equipo a la espalda. Sin éxito.
El Liverpool, durante una primera parte desesperante, echó de menos a Darwin, a Diogo Jota y, sobre todo, a Salah, al que todo aficionado ‘Red’ ya ha puesto una velita para que llegue a tiempo a la final de la Copa de la Liga de este domingo contra el Chelsea.
Y es que el Liverpool se salvó este miércoles por una de esas armas no tangibles del fútbol, el corazón.
