Los Veintiocho acordaron urgir al Ejecutivo comunitario y al conjunto de Estados miembros a subsanar «las deficiencias observadas en las fronteras exteriores de Schengen, en particular garantizando que se realicen de manera sistemática comprobaciones de seguridad en las bases de datos correspondientes, y eviten la utilización fraudulenta de documentos».
La Unión Europea sigue dividida ante los principales desafíos a los que se ha enfrentado este año y que continuarán el año que viene. Refugiados y refuerzo de fronteras seguirán acaparando portadas en 2016, pero los líderes no han conseguido dar con una solución conjunta. Europa sigue inmóvil a pesar de que la llegada de refugiados a la UE alcanzará el millón al cierre de 2015.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reconoció que los resultados no son positivos porque seguirán persistiendo el año que viene los mismos problemas a los que todavía no se les ha dado respuesta. Los líderes europeos se resisten a comprometer el espacio Schengen, la libre circulación de personas, aunque son conscientes de que el sistema tal cual está planteado en estos momentos tiene fisuras. «A lo largo de los últimos meses, el Consejo Europeo ha preparado una estrategia destinada a contener la afluencia sin precedentes de inmigrantes que se está registrando en Europa. Sin embargo, la aplicación de esta estrategia resulta insuficiente y debe acelerarse. Para preservar la integridad de Schengen es indispensable recuperar el control de las fronteras exteriores.