Nadie puede confiar el que el presidente Donald Trump ahora que es presidente modifique sus posiciones respecto a sus promesas de campaña, él se mantiene firme y en su asistencia a la primer cumbre de la OTAN en Bruselas, Bélgica, arremetió contra los países miembros que tienen enormes cantidades de dinero y aportan poco
El presidente estadounidense se mantiene firme en sus posiciones en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Nadie puede confiar el que el presidente Donald Trump ahora que es presidente modifique sus posiciones respecto a sus promesas de campaña, él se mantiene firme y en su asistencia a la primer cumbre de la OTAN en Bruselas, Bélgica, arremetió contra los países miembros que tienen enormes cantidades de dinero y aportan poco, a pesar de reafirmar el apoyo incondicional de los Estados Unidos en la Alianza en la lucha contra el terrorismo.
EL presidente Trump en tono duro les dijo a sus aliados europeos que debían grandes sumas de dinero para garantizar su defensa, pero que pese a ello el compromiso de los Estados Unidos en la Alianza Atlántica se mantenía; así les dijo a los 27 jefes de Estado y de gobierno que asistieron a la Cumbre, los cuales no tuvieron otra salida que aceptar y seguir sonriendo; pero además, los exhortó a hacer más por su defensa y les recordó que entre los 28 países miembros de la OTAN, al menos, existen 23 países que disponen de grandes sumas de dinero y deberían aportar sus cuotas para garantizar su defensa.
Recordemos que antes de ganar las elecciones y asumir el gobierno, el presidente Trump señaló que sentía que la OTAM era obsoleta; sin embargo, ahora ha reafirmado, implícitamente, el apoyo incondicional de los Estados Unidos a la Alianza en la lucha contra el terrorismo, para lograr la paz y la estabilidad; lo cual demuestra que el presidente estadounidense aplasta a sus rivales débiles y negocia con los fuertes, tal como lo señalara el Ing. Carlos Slim a comienzos de años en una conferencia de prensa.
Uno para todos y todos para uno, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recordando a los tres mosqueteros, antes de la apertura de la reunión de la OTAN ayer jueves en la nueva sede de la OTAN en Bruselas que costó 1.1 billones de euros. No materializó su deseo de salir de la el presidente Trump, pero consiguió que la OTAN participe en la coalición internacional de 68 países contyra el Estado Islámico.
Se trata de un fortalecimiento significativo de la presencia de la organización en Irak, dijo Jens Stoltenberg, lo que permitiría que la OTAN extendiera sus misiones, en vuelos de vigilancia, intercambio de información con las misiones de la coalición y de formación para las fuerzas de seguridad iraquíes en Jordania e Irak; pero definitivamente, la OTAM no participará en combates y ni designará objetivos para ataques aéreos de los aviones de la coalición, por lo que ese apoyo sería reducido fielmente y sólo serviría para complacer al presidente Trump y mostrarse solidario con la AOTAN.
Pero el presidente Trump puede estar satisfecho de que producto de la presión de los Estados Unidos, los aliados han reafirmado su compromiso de aportar en el 2024 al menos el 2% del PIB al gasto militar, 20% del total se destinará a inversiones; además, los países deberán presentar planes nacionales para lograr esos objetivos.
Ahora el presidente Trump se trasladará a Italia para la Reunión del Grupo de los 7 países más industrializados del planeta (G7), cuyas directrices servirán para marcar el rumbo de la próxima reunión del Grupo de los 20 (G20), al que pertenece Argentina, Brasil y México, que se reunirán en julio próximo en Alemania.
