Otra víctima del petróleo
Un informe revela que la crisis económica ha aumentado la violencia en el segundo país inseguro de América Latina
Eduardo Ollarves fue arrestado por el robo de cinco calabazas. El famélico joven de 16 años apareció en una fotografía custodiado por dos militares con fusiles, como un trofeo ganado por las autoridades.
El hambre añadió su cuota a la ya de por sí incontrolable inseguridad de Venezuela. Un informe del Observatorio Venezolano de Violencia, ONG especializada en el estudio del crimen, desveló el surgimiento de los delitos relacionados con la escasez de alimentos este año: hurtos, robos y saqueos.
Indica que, históricamente, los robos estuvieron motivados por la búsqueda de un “consumo suntuario” en Venezuela: unos zapatos de marca o un teléfono móvil. Pero la marcada crisis económica ha disparado la inseguridad. “El empobrecimiento y la escasez de alimentos ha llevado a respuestas muy variadas en la sociedad, entre ellas el robo de alimentos”.
