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El grito de la esperanza 

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El grito de la esperanza 

Tras dos años de encierro a causa de la pandemia, nuevamente, cientos de personas acudieron a la Plaza Juárez de Pachuca para celebrar el Grito de Independencia, mismo que por primera vez y después de 93 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo dio un gobernador de alternancia emanado del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en la figura de Julio Menchaca Salazar.

Durante la presentación de diversos artistas, la explanada de la Plaza Juárez, en Pachuca, comenzó a llenarse alrededor de las 18:00 horas. El templete y la campana que en su momento usó Omar Fayad para dar el Grito a ras de piso, no estuvo entre la gente, por el contrario, en esta ocasión el Grito de Independencia volvió a emitirse desde el balcón del Palacio de Gobierno, como sucedía anteriormente. 

El tiempo avanzó entre niños y jóvenes que disfrutaban de los juegos mecánicos y padres de familia que angustiados, veían los precios de las atracciones, comida y demás productos que se ofertaron en calles aledañas a la Plaza. En esta ocasión no hubo puestos de comida en el área de los portales ni en lo más próximo a la calle Guerrero.

Alrededor de las 22:00 horas, la gente disfrutó de las canciones que interpretó Edith Márquez, quién después de un popurrí de temas de Juan Gabriel y un par de canciones que ha hecho suyas, dio paso a la ceremonia cívica cuyo inicio fue anunciado por el sonido del tambor al tiempo en que las pantallas surgía la imagen de Julio Menchaca Salazar. El mandatario estatal se encaminó a recibir la bandera y tras asomarse en el balcón de Palacio de Gobierno, dio el Grito de Independencia en conmemoración del 212 aniversario del inicio de la guerra contra el dominio español en México. 

Tras gritar cada uno de los nombres de los héroes que dieron patria con su lucha, el gobernador Morenista, gritó: “¡Viva el estado de Hidalgo!”, y enseguida convocó los tres “¡Vivas!” para México, tocó la campana, símbolo del inicio de la lucha independentista pero también símbolo de la esperanza de que con el nuevo gobierno se realizará el cambio prometido para Hidalgo; se vivió una ceremonia que aunque pareció sencilla y no tuvo mensaje del gobernador, estuvo cargada de simbolismo y emoción por parte de Menchaca y de la misma gente que acudió al llamado para presenciar la primera vez que un gobierno no priista, encabezó una ceremonia de tal magnitud.

A diferencia del año anterior en el que la Plaza Juárez lució sola y pagada, con un templete poco iluminado en el que Omar Fayad Meneses dio su último Grito de Independencia como gobernador de Hidalgo, obligado al silencio y la sobriedad por la situación de la pandemia provocado por la Covid-19, en esta ocasión la algarabía y esperanza de la gente llenaban el lugar en el que ni la amenaza de una posible lluvia hizo que el pueblo se marchara.

Mientras el Himno Nacional Mexicano era entonado, los ojos de la gente se dirigían hacia el balcón o hacía las pantallas desde dónde se podía ver el rostro despreocupado y sereno del gobernador Julio Menchaca, el que llegó al cargo por una ola de esperanza y por la promesa de no fallarle al pueblo, el primero en Hidalgo del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Una vez concluído el canto del himno, la bandera fue despedida y la fiesta de fuegos artificiales comenzó al ritmo del popurrí musical mexicano, y fragmentos de varias canciones como “México lindo y querido”. Entonces, de los edificios que rodean la Plaza Juárez emergieron, como fuegos artificiales, los rostros de Hidalgo, Morelos y Josefa Ortiz. Así mismo la frase “Viva México” y un castillo que tenía las figuras de unos bailarines al estilo Jalisco.

Fueron alrededor de cinco minutos de pirotecnia los que convirtieron a la Plaza en un espacio de magia y ensueño que disfrutaron los pequeños pero también los adultos. Cientos de personas aprovecharon para grabar con sus teléfonos celulares, el espectáculo que pudo apreciarse desde el centro de la Plaza Juárez, desde ahí observaron como falsas galaxias explotaban y desaparecían en el cielo, cascadas de fuego quedaban sepultadas con flores y formas que se dibujaron en el firmamento.

El evento concluyó con una verbena popular amenizada por la cantante Margarita, “La diosa de la cumbia”, por lo que cientos de personas no pudieron contener las ganas de bailar y cantar, en un evento cargado de esperanza, el primero de gran magnitud, luego de una pandemia que dejó miles de muertos y también recuerdos para la memoria colectiva. Así fue emitido, en la capital hidalguense, el grito de la esperanza.