
De Pegaso a caballo de Troya II
Lo expuesto en la primera parte tendría que ver concretamente con el adulteramiento de la acción comunicadora. Sin embargo, sería bueno ponerse en otra de las caras de esta realidad propuesta. El papel protagónico del desvelamiento de estas escuchas es un grupo de 80 periodistas de 17 países trabajando juntos desde hace meses de manera discreta y profesional.
En México han sido Aristegui Noticias y Proceso quienes han participado en la investigación.
Es reseñable, alabable y de agradecer el trabajo que no pocos periodistas mexicanos han realizado desde hace años cuando arriesgan sus vidas, literalmente, al ponerse a investigar las complejas relaciones de poder entre los diferentes actores políticos, económicos y del crimen organizado y darles publicidad mediante sus artículos, reportajes y libros. Son protagonistas de una resistencia heroica, porque hacen lo que tienen que hacer conscientes de su papel en la sociedad civil, y de una fidelidad admirable a la esencia de su profesión.
La estructuración de su manera de trabajar
Volvamos nuevamente al Proyecto Pegasus, que nos ofrece algunas pistas de cómo podemos en nuestro país ir mejorando las cosas que nos afectan cada día como mexicanos.
En primer lugar, me gustaría resaltar la importancia de la sociedad civil. Los periodistas son eso, parte de la sociedad, que tienen su función dentro de la misma. Estos grupos de reporteros, junto con parte de la academia y de múltiples organizaciones independientes, llevan años observando, analizando, criticando y proponiendo rutas de acción concretas para mejorar la joven e inmadura democracia en que vivimos.
En segundo lugar, es imprescindible hoy en día trabajar en equipo. La complejidad de la realidad impone a cualquier profesional o especialista la necesidad de asesorarse de otros conocedores con la finalidad de alcanzar un mayor entendimiento de la propia realidad. Los periodistas que han trabajado en la investigación del caso Pegasus ha sido justamente un ejercicio de confianza y de trabajo en grupo.
En tercer lugar, las problemáticas que más nos afectan actualmente tienen una dimensión global. Ser capaces de asomarnos a otras costumbres, a otros contextos, a otras maneras de observar la vida apoyan y fortalecen los esfuerzos para estar a la altura de los retos que se nos presentan.
Centralidad de la sociedad civil, trabajo en equipo y apertura al mundo interrelacionado en que vivimos, son tres características que los periodistas del caso Pegasus, nos han enseñado, con su ejemplo, pueden ser muy útiles para afrontar y solucionar nuestros problemas nacionales.
Aunque en ocasiones pareciera que los problemas de México son tantos y tan profundos que no se encuentra la luz para poderlos solucionar; aunque pareciera que el futuro es negro e incierto, el tipo de trabajo que estos periodistas héroes nos enseñan que puede convertirse en una metodología útil para intentar buscar resoluciones.
El ejercicio de una comunicación cierta, respetuosa, compleja y simétrica, junto con las tres notas que describen el trabajo de los periodistas mencionados, nos pueden acercar a un futuro mejor. ¿Estaremos de acuerdo?