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Lo que viene y ya está aquí (II)
Tanto en los dos sectores que mencionamos en nuestra anterior columna, como en los demás en que las mujeres se ven profundamente afectadas con la situación de la Covid-19, se agudizan las diferencias en su contra por el deficiente acceso que ellas tienen a los medios digitales, tanto a su manejo como a su posesión. La desigualdad de género, la brecha digital, la pobreza; alejan las oportunidades de los grupos femeninos más necesitados. Así lo advierte la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género
Pero además de ser conscientes de los peligros que acechan a las mujeres en esta pandemia y que agudizan las dificultades en que ya vivían, será bueno apuntar algunas oportunidades o líneas de acción para mejorar esta situación en el continente. El planteamiento a futuro de la época poscovid podría ser una manera en que los poderes político, económico y laboral reestructuraran prácticamente la vida de la mujer concreta en México y América Latina. Si no se tiene en cuenta esta situación se corre el peligro se someterlas a una mayor discriminación y desigualdad.
Medidas en lo tocante a las labores de desarrollo tecnológico. El presente y el futuro de buena parte del crecimiento industrial y económico mundial dependerá del acceso a las nuevas tecnologías. La empresa en nuestro continente, por supuesto, también en México, tiene pendiente una transformación hacia la digitalización incluyente para fortalecer la autonomía económica de las mujeres.
Medidas en lo que se refiere a trabajos de cuidado. La presencia, ya lo apuntamos en nuestra columna anterior, de las mujeres en ocupaciones de cuidado es sobresaliente. Hay una primera necesidad de inversión en esta economía de cuidado y en la visibilización de los efectos multiplicadores en beneficio de la sociedad completa. Una segunda prioridad en este tenor que estamos apuntando, el diseño de sistemas integrales de cuidado con políticas y recursos adecuados, accesibilidad, asignación de tiempo… En definitiva, nuestra sociedad mexicana requiere que los derechos de las personas a tener cubiertas sus necesidades más fundamentales estén garantizados con estructuras que los aseguren. La formalización y sistematización incluyente en la transformación hacia una sociedad del cuidado es urgente e imprescindible.
Medidas fiscales generales. Apuntaremos algunas líneas concretas. Prevención de la precarización de las formas de empleo variadas en que se desempeñan las mujeres. Formalización y aseguramiento de la protección social que le corresponde por ley al trabajador, especialmente a la mujer. Reactivación de sectores afectados (comercio local, turismo, servicios…) en los que especialmente se desempeñan las mujeres con la finalidad de que recuperen su empleo. Acceso a servicios y productos financieros sin sesgos de género. Ampliación del espacio fiscal y en la progresividad de los sistemas tributarios para dar certeza a las políticas de igualdad de género y derechos de las mujeres.
Lo que viene y ya está aquí nos anima a la acción por parte de todos quienes tienen posibilidad de generar un tipo de sociedad diferente, igualitaria, de cuidado, justa. Es posible, no hay nada cierto si no tenemos conciencia, si no queremos hacer algo para que las cosas cambien y, especialmente las mujeres vivan en mejores condiciones. Además de todo lo apuntado, por supuesto que todos tenemos que hacer el esfuerzo decidido por respetar en lo más profundo a los merecimientos femeninos en nuestra vida.