• La administración Trump pone cada vez más trabas a la participación de inmigrantes en el ejército, una de las formas de obtener la nacionalidad
Es una de las vías mediante las que un inmigrante puede lograr la ciudadanía estadounidense, pero también ahí parece que el Gobierno de Donald Trump quiere construir un muro más contra la inmigración. Un número indeterminado de inmigrantes han sido dados de baja del ejército o su situación se encuentra bajo supervisión, lo que podría poner en riesgo su futuro en EU.
Para poder integrarse en el ejército, los inmigrantes han de estar en situación legal en el país. Por ejemplo, es suficiente si se cuenta con un visado de estudiante. A tal efecto se creó un programa específico de reclutamiento que en el año 2016 aceptó a más de 5.000 inmigrantes.
En la actualidad, alrededor de 10.000 de ellos están sirviendo en el ejército, y más de 110.000 han logrado la ciudadanía por este medio desde que George W. Bush ordenara en 2002 que se estableciera un proceso de «nacionalización acelerada» para soldados inmigrantes.
Originalmente, el programa se pensó para atraer a especialistas médicos y a hablantes de diferentes idiomas que pudieran servir en las diferentes misiones en el extranjero.
Margaret Stock, abogada especialista en inmigración, explicó que en los últimos días está conociendo muchos casos de reclutas que han sido dados de baja de forma repentina. Se trata de inmigrantes con contrato de alistamiento, muchos de ellos reservistas que han recibido pagos y entrenamiento militar y a los que el ejército ha expulsado, en algunos casos sin aparente explicación.
Otros han sido informados de que se les ha rechazado por motivos de seguridad, al contar con familiares en sus países de origen o porque el Departamento de Defensa se está mostrando incapaz de gestionar el cada vez más complejo sistema de verificación de antecedentes.