El estrella brasileño Ronaldinho: Driblaba hasta al perro

“Ronaldinho” es el ejemplo claro del sueño brasileño. Desde pequeño y más por necesidad que por gusto, el balón forma parte de su vida. Él no era el destinado a brillar en su familia, pero inspirado en su hermano fue como adquirió el amor por el futbol y se hizo grande, el mejor de todos. 

 

En convivencia con cerca de 600 niños de México y toda Latinoamérica en el estadio Azteca, como embajador del Free Stripe Camp de Zucaritas, Ronaldo de Assis Moreira, su nombre completo, habló de qué lo inspira para ser uno de los mejores: “Disfrutar el futbol, divertirme y entrenar para lograr mis sueños”, aseguró. 

“De pequeño, cuando estaba en mi casa y driblaba las sillas de mi casa y hasta a mi perro Bombón, siempre me imaginaba en los grandes estadios como el Azteca, San Siro o el Maracaná. Mi inspiración siempre fue el balón”, añadió el ídolo. 

SUEÑO CUMPLIDO. Suspirando profundo por las remembranzas, entonces agregó: “Siempre anhelé volverme profesional, jugar alrededor del mundo y hacer lo que más me gusta. Cuando recibí el premio de mejor jugador del mundo, pues lo vi como la realización de ese sueño”. 

Sobre sus ídolos, aseguró que “he tenido muchos, pero el principal siempre fue mi hermano (Roberto de Asís)… Tenía a mi ídolo en casa, en mi misma habitación. Después de él tuve la oportunidad de jugar con muchos de mis otros ídolos como Ronaldo, Romario, Rivaldo, Roberto Carlos y Cafú. Actualmente creo que el mejor jugador del mundo es (el argentino Lionel) Messi”. 

 

LOS MEJORES. Simpático y agradable como casi siempre, sin dejar de mostrar esa maravillosa sonrisa que lo caracteriza, añadió que “lo conocí (a La Pulga) cuando era muy joven y yo estaba en el equipo grande y él en el de los jóvenes”. 

Con la mirada perdida en el horizonte, como viendo en una pantalla aquella realidad, añadió que “él tenía unos 16 o 17 años. Tenemos mucho tiempo de conocernos y somos grandes amigos.

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