El PAN resurge de sus cenizas
● Hace cuatro años pocos veían al panismo como rival para las presidenciales de 2018
López Obrador, ahora al frente de un nuevo movimiento, Morena, sigue vivo y coleando, pero su pujanza electoral ha dividido a una izquierda mexicana que tiene un horizonte más complicado de cara a los comicios presidenciales de 2018.
México también ha dado señales este fin de semana de una derechización de su electorado. El PAN, que gobernó el país entre 2000 y 2012 y salió mal parado en las elecciones de hace cuatro años, parece haber resurgido de sus cenizas.
El domingo le arrebató al oficialista PRI varios enclaves decisivos en el poder territorial de México. Las elecciones regionales llevaron al PAN a la victoria en Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo en detrimento del PRI. El otrora partido-Estado ya no es lo que era desde que fue desalojado del poder en 2000 tras siete décadas de hegemonía política.
La imagen del presidente Enrique Peña Nieto ha sufrido un fuerte desgaste por la deficiente marcha de la economía y la falta de respuestas políticas a la violencia e inseguridad que sufre el país.
Pero el PRI, ausente del poder precisamente durante el auge de la izquierda en la región, siempre ha sido un partido camaleónico desde el punto de vista ideológico. De su riñón nació el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que estuvo a punto de sumarse a la ola de gobiernos izquierdistas en 2006, cuando su candidato Andrés Manuel López Obrador perdió las elecciones por un puñado de votos.