El desmoronamiento de Libia
- “El Estado Islámico está por todas partes”
Los habitantes de Sirte viven desde hace un año bajo el yugo del EI. Las milicias piden apoyo internacional, pero la descomposición de Libia complica la lucha anti-yihadista
Escudriñando las ventanillas de los vehículos, las familias que salen de la colonia del proclamado Califato por la indumentaria femenina. “Ahora tenemos que salir con el niqab [vestimenta negra que solo deja ver los ojos]”, clama una joven desde el asiento trasero de un utilitario.
El drama de quienes van y vienen de la sitiada Sirte se narra entre el miedo, la resistencia y la huida. De los 80.000 habitantes que se contaban hace un año, más de 1.000 familias han recalado en pisos de alquiler en Misrata y centenares se han dispersado por otras localidades, según fuentes en la ciudad.
“No tenemos ningún sitio al que ir”, se lamenta el copiloto, marido e hijo que prefiere no dar su nombre. Detrás, como pasaje, tres generaciones de mujeres se han liberado del velo que les tapaba el rostro durante las cuatro horas de camino que han gastado en cruzar tres ‘checkpoints’ desde las afueras de Sirte.
Sólo la anciana viste el luto blanco musulmán, las otras dos siguen cubiertas de negro. “No tenemos dinero para alquilar [un piso] y vivir fuera de nuestra casa”.
“Están en todas partes”, puntualiza en inglés la más joven, “todo el mundo tiene miedo”. “Nos faltan muchas cosas”, explica el hombre, “comida, dinero…”, completa ella.
Sirte lleva un año en manos de los esbirros de Abu Bakr al Bagdadi, líder del Estado Islámico. El grupo reveló oficialmente su presencia en la ciudad con una cabalgata de ‘pickups’ y banderas negras en febrero de 2015, meses después de que la decapitación de una veintena de egipcios erizase la piel a medio mundo, incluida una comunidad internacional cada vez más preocupada.