Home Nuestra Palabra Javier Peralta El día de la toma de Conciencia Social, entre los alumnos de la UAEH

El día de la toma de Conciencia Social, entre los alumnos de la UAEH

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El día de la toma de Conciencia Social, entre los alumnos de la UAEH

RETRATOS HABLADOS

La aparición desorientada y absurda del todavía líder del Consejo Estudiantil Universitario, José Esteban Rodríguez Dávila, a través de un video que incluyó imágenes de respaldo, edición y telepronter, para dirigir un mensaje en el que acusó a los estudiantes que mantienen en paro la mayor parte de los institutos que conforman la UAEH, de ser los agresores y porros, además de sentenciar que no les entregará “en sus manitas” el organismo que preside y que, sostuvo, ganó, “como lo hemos hecho los demás, en 20 años de historia”, es toda una joya.

Quedará ahí, en los anales de la historia universitaria, como el ejemplo de lo que fue, y probablemente siga siendo todavía por unos años, el manejo cupular de una institución educativa como la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en la que el alumnado era la pieza maleable, manipulable, capaz de obedecer cualquier orden, incluso la de acudir a mítines políticos en calidad de acarreados y, por sobre todas las cosas, carente de una conciencia social.

Sin embargo, quedará también en los archivos de la memoria, como el momento exacto en que los estudiantes de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, dieron una muestra clara, de que nunca jamás podrán ser utilizados como arma de negociación para el grupo político que los usó a su antojo, porque su voto no será canjeado por impunidades de ningún tipo.

Hay conciencia social entre el alumnado, y cualquiera que sea el desenlace de este primer capítulo en la vida de la UAEH, deberá ser recordado como el justo instante en que los jóvenes universitarios, elevaron su voz para decir NO, para dar comienzo a los nuevos tiempos en que decidieron que ya era suficiente ser parte, incluso de manera inconsciente, del grupo político que durante 40 años los usó a su antojo para lograr sus fines netamente políticos.

Eso es lo que se gana, y eso es lo que pierden quienes, despavoridos, optaron por echar mano de la prepotencia, el amedrentamiento y las amenazas, para querer borrar todo indicio de que los alumnos, los que dan razón de ser a la universidad, ganaron para sí un espacio real de poder, el poder de decir no, el poder de cuestionar a quienes nunca de los nuncas, habían escuchado una negativa a sus órdenes.

Está claro que el aún dirigente estudiantil, recibió la orden directa para subir a sus redes el video explicativo que nada explica, y, por el contrario, radicalizó aún más la situación. Video que por cierto fue desaparecido al poco tiempo de transmitirse de su cuenta de Facebook, pero demasiado tarde porque se puede ver en cuentas de diferentes medios informativos. Aunque también queda la duda si esta acción, solo propia de un patético personaje de la farándula mexicana, fue producto de su propia iniciativa para decir, urbi et orbi, “su veldá”.

El hecho, sin embargo, es que el control férreo, muy cercano al de una dictadura, que ha permitido durante tantas décadas que un solo grupo, una sola persona, tome todas y cada una de las decisiones, buenas y malas en la institución educativa, empieza a declinar por una simple y sencilla razón: el tiempo.

Si agregamos que el fin de semana, un grupo de jóvenes que participaban en la toma de las instalaciones del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), denunciaron amenazas y persecución, para luego anunciar que preferían cancelar su participación, por miedo a lo que pudiera pasarles, estamos ante un escenario inédito, plagado de torpezas, que solo puede evocar las peores épocas porriles de la Casa de Estudios.

Sin embargo, y más allá de lo que pudiera ser el principio del fin para el grupo político que ha manejado absolutamente todo en la UAEH, ya por más de cuatro décadas, el hecho es que sí existe, por vez primera, un movimiento estudiantil, que también deberá estar atento para evitar la intromisión de personajes que a toda costa buscarán dirigir su actuar, para poner en marcha la siempre usada estrategia del “quítate tú para que me ponga yo”, y de este modo culminar el episodio, que pase lo que pase será histórico, en el que “se cambia todo, para cambiar nada”.

Suerte a los jóvenes universitarios, porque sin duda han hecho lo que decenas de personajes no pudieron hacer a lo largo de 40 años: poner contra las cuerdas a un grupo de poder, que daba por hecho su vida eterna.

Mil gracias, hasta mañana.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

X: @JavierEPeralta