EL CUERPO NO ES “OBJETO” DE NADIE Y MENOS SEXUAL

 

En Hidalgo se tienen registrados 36 violaciones en el mes de agosto; las cifras es de quienes decidieron denunciar

La violencia hacia las mujeres no disminuye, al contrario se está normalizando; y la violencia sexual es uno de los problemas que dañan a las mujeres, y esto se debe principalmente al  machismo y a la ignorancia; ya que para la sociedad el cuerpo es un “objeto”, y del cual se puede abusar y utilizar de la forma en que la sociedad machista se le antoje; principalmente para satisfacer los deseos de aquella persona en condiciones favorables de poder.

Según cifras de semáforo delictivo (www.semaforo.com.mx) en Hidalgo se tienen registrados 36 violaciones tan sólo en el mes de agosto; sin embargo, las cifras es de quienes decidieron denunciar, pero..  ¿Qué pasa con aquellas personas que prefieren quedarse calladas ya sea por miedo, por falta de conocimiento?.

Del tema podríamos hablar escribir miles de textos; sin embargo, no hay mejor manera de dar a conocer esta situación que dándole voz a una mujer que atraviesa por una situación similar,  por lo que ella prefirió escribir la siguiente carta:

CARTA A MI VIOLADOR

Jamás te entregaré esta carta en tus manos, pero estoy segura que la leerás. Así que sólo quiero hacerte una pregunta:

Cuando me drogaste y no supe más de mí ni de lo que pude haber hecho, cuando viste mi cara de espanto al despertar al abrir los ojos sin poder moverme, cuando jalaste mi cabello, cuando golpeaste mis costillas, cuando se burlaban tomando fotos de mi cuerpo sin voluntad, cuando apretabas mi cara hasta que no podía respirar, cuando me golpeabas las costillas…

¿Nunca viste en mi cara a las personas de tu vida? Las personas a las que amas…

Soy una mujer no tan diferente a cualquier otra que se encuentre leyendo esta carta y por eso no sólo me atacaste a mí, sino a cada una de las personas que han sufrido abuso sexual consumado o no. A todas las personas que se sienten amenazadas por el poder o el dinero de alguien abusivo y creen que la única solución es callar.

Solía amar las fiestas tanto como estar con mi familia o leer un buen libro. Beber una copa con mis amigos o reír viendo una película infantil con mis hijas. Soy una mujer de edad media que tiene días buenos y malos, sueños, ilusiones, metas…  Soy madre, soy hija, soy nieta, soy vecina, soy amiga, soy estudiante, soy una servidora pública que trastocó tus intereses al hacer mi trabajo honestamente.

Todas las personas que de alguna forma tienen relación conmigo forman parte de mi comunidad y no sé a cuanta de esa gente has lastimado.

Así como ella miles de mujeres callan, mañana la continuación de esta carta de una víctima que decide hablar.

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