-El alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, regresó a los campamentos de Coapa, se le vio feliz, como un niño con pelota

Cuauhtémoc Blanco llegó a las instalaciones del América en Coapa para entrenar con las Águilas, de cara a su partido ante el Morelia. El alcalde de Cuernavaca acudió al Nido escoltado por dos patrullas militares que lo resguardan por orden presidencial. Aficionados azulcrema vitorearon a Blanco con gritos de “¡Temo, Temo!”. Sin embargo, el ídolo emplumado no bajó el vidrio de su parabrisas para atender las solicitudes de autógrafo de sus fans. Tras Cuauhtémoc, elementos amarillos como Michael Arroyo y Jesús Moreno llegaron a la práctica dirigida por Ignacio Ambriz. Blanco también se integró a los entrenamientos del América como parte de su homenaje de despedida del próximo sábado.

Se dice feliz por despedida      

Cuauhtémoc se dice feliz por poder despedirse con la camiseta del América en un partido oficial. Agradeció principalmente a Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa. “Estoy contento. Le doy las gracias a Emilio y a la directiva por darme la oportunidad de despedirme jugando. Lo había esperado durante mucho tiempo”, resaltó el atacante de 43 años. “Voy de inicio. Ya lo platiqué con el entrenador. Me siento bien físicamente y conforme me vaya sintiendo voy a jugar”, adelantó. “Estoy contento de regresar a Coapa. Hay mucha gente nueva comprometida. Ojalá que el equipo sea campeón”, anheló. Por otra parte, sin ganas de entrar en polémicas, Blanco minimizó las críticas de Chivas. José Luis Higuera, CEO de Grupo Omnilife, dijo que al América le dio miedo rendirle el homenaje al veterano futbolista en el clásico. El también alcalde rechazó esos dichos al decir que “igual pude jugar con Santos o Puebla, pero por mis compromisos no pude. Igual pasa con Chivas, lo que diga (Higuera), me viene”. “Voy a disfrutar de este juego y lo demás ya no me interesa”, dijo.

A su salida del Club América, se detuvo a darle autógrafos a sus fans. Alrededor de 50 personas rodearon la camioneta blanca del ídolo americanista, quien gustoso firmó las prendas que le entregaban. Balones, playeras y zapatos de futbol quedaron con la rúbrica de Blanco, quien fue atento con sus seguidores. Varios curiosos se acercaron al vehículo de Blanco en cuanto vieron la disponibilidad del atacante para agradecer el apoyo y la espera. Al término de la práctica, el ídolo americanista convivió con Ana Paola, una niña enferma de cáncer y fanática del América.