El candidato a dirigir el FBI contradice a Trump

Niega que haya una “caza de brujas”

    •    Christopher Wray cree que el hijo del presidente debería haber avisado a las autoridades antes de reunirse con una abogada rusa


El proceso de nominación de Wray llega en un momento especialmente delicado para el FBI, erosionado por las decisiones de Trump y la batalla política de Washington. El presidente destituyó el 9 de mayo a Comey como director de la agencia policial y desató una espiral que le persigue
Christopher Wray quiso dejar claro ayer que no le debe nada a Trump por nominarle director del FBI. En su comparecencia de confirmación ante el Comité Judicial del Senado, prometió mantener “independencia estricta” de la agencia policial frente a influencias políticas, dijo que dimitirá si se le pidiera hacer algo ilegal y se distanció del presidente estadounidense en asuntos clave.
Presionado por legisladores, el abogado y ex fiscal general adjunto -durante el Gobierno de George W. Bush- trató de alejarse de la conexión del entorno de Trump con Moscú que acecha al presidente e investigan el Congreso y un fiscal especial, el exdirector del FBI Robert Mueller.
Trump insiste en que no hubo ninguna coordinación con Rusia durante la campaña electoral y asegura ser víctima de “la mayor caza de brujas de la historia política”. Así lo repitió ayer en Twitter para defender a su hijo. Pero, preguntado al respecto, Wray lo rechazó: “No considero que el director Mueller esté en una caza de brujas”.
El nominado, de 50 años y un expediente impoluto, consideró “inaceptable” cualquier intento de “corromper” la investigación de Mueller y abogó por cooperar con él. El entorno de Trump ha cuestionado la imparcialidad del fiscal por su cercanía a James Comey, que lo sustituyó al frente del FBI en 2013 y al que Trump despidió en mayo. El mandato de los directores de la agencia es de 10 años.
Ante las preguntas de los senadores, Wray también abordó el enésimo escándalo relacionado con Rusia que consume a la clase política de EU. Sugirió que Donald Trump Jr., el hijo mayor del mandatario, debería haber consultado con expertos legales y el FBI antes de reunirse en junio de 2016 con una abogada rusa que quería ayudar a su padre en la campaña electoral. Según una cadena de correos de un intermediario, era una “abogada del Gobierno ruso” que operaba bajo una estrategia del Kremlin para asistir a Trump frente a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
Dijo desconocer detalles del caso del primogénito, pero hizo reflexiones. “Creería que deberías querer consultar con asesores legales”;  “creo que sería sabio comunicarlo al FBI”, agregó. “Cualquier amenaza o esfuerzo para interferir en nuestra elección por un actor estatal o no estatal es el tipo de cosa que el FBI querría saber”, aseguró.

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