PEDAZOS DE VIDA
Dice que todavía podía, que agarró velocidad y al final encontró a la muerte sentada a un lado de la carretera. Dice que la moto ya no arrancó, que se quedó sin velocidad como si se fuera quedando sin gasolina y en plena subida se apagó, entonces se orilló y se dio cuenta de que había un hombre que más bien parecía un indigente, sentado ahí en la orilla de la carretera.
Su voz casi apagada, le dijo que se había quedado sin gasolina, y ese cuate le confirmó que eso había pasado. Entonces comenzaron a platicar, le explicó que estaba esperando a unos amigos, que iría por su transporte y los llevaría por un camino aún más difícil que la carretera esa, donde decenas de personas han muerto.
Entonces comenzaron a caminar hasta la siguiente gasolinera. Ahí despertó el Pablito, dicen los de la gas que llegó bien pedo, que venía hablando solo, que lo acomodaron para que no estorbara, y en un rincón con la moto de pie, él se quedó dormido.
Cuando nos contó dice que no le dio miedo, que gasolina todavía tenía en la moto, que se acuerda de todo pero que no supo exactamente en el momento en el que se quedó dormido, los de la gasolina explicaron que no había cargado y el Pablito dice que fue la muerte quién lo acompañó esa noche, que no era tiempo de morir y la verdad yo como que no le creo pero tampoco creo que haya caminado con la moto cuando todavía tenía medio tanque de gasolina, ni que se quedara a dormir ahí en la gasolinera, sabrá Dios, pero él está seguro de que conoció a la muerte y no se lo quiso llevar.
Allá abajo, casi llegando a la entrada de La Purísima, fue el accidente de aquellos hombres, ninguno sobrevivió, dice el Pablito que esos eran los que estaba esperando la muerte, que una vez que lo dejó en la gasolinera se fue de largo porque se los tenía que llevar por un camino que es muy complicado.
