
(EFE).- El barroco Palazzo Ardinghelli fue severamente dañado en el terremoto que asoló L’Aquila (centro de Italia) en 2009, sin embargo, ahora se erige como símbolo de su “renacimiento” tras ser restaurado y convertirse en sede del Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI (MAXXI).
El edificio mantiene en su estructura “trazas del efecto del terremoto” como señal de resistencia, al mismo tiempo que se transforma “en un espacio útil para acoger obras” de arte contemporáneo, explica la directora de arquitectura del MAXXI, Margherita Guccione.
El museo abre sus puertas al público este domingo en esta ciudad, todavía a vueltas con su reconstrucción tras el seísmo, y lo hace con la exposición “Punto de equilibrio”, que contiene los trabajos de ocho artistas contemporáneos que dialogan con este edificio barroco.
DEL 700 AL SIGLO XXI
“La unión entre antiguo y contemporáneo funciona muy bien, y creo que esta muestra lo demuestra. Este edificio del siglo XVIII ahora se ha convertido en supercontemporáneo”, señala a Efe el director del MAXXI de L’Aquila y curador de la muestra, Bartolomeo Pietrarchi.