A siete años de que el escritor español, Vicente García, publicara la primera novela de lo que se convertiría en la “Mayor saga de Zombies”, por fin el brote de los muertos vivientes llegó a la Ciudad de México, y el encargado de darle vida a todos los personajes que se crean y recrean en la historia independiente de la saga, es el escritor Antonio Malpica, quien ha incursionado en la novela infantil y juvenil en México.
En entrevista para Diario Plaza Juárez, el escritor narró parte de su vivencia, al ser invitado a participar en la saga “Apocalipsis Island”, cuyo nombre refiere al inicio de la historia de los zombis, Isla Palma de Mallorca (de donde es originario Vicente García), “al inicio no estaba tan convencido de meterme en algo tan extraño y que no venía de iniciativa propia, pero me fue gustando la idea cuando leí sus libros, y luego tras unas charlas con él, en las que me daba completa libertad, terminé convencido”, dijo.
La novela tiene un claro toque mexicano, ya que mezcla el suspenso y el horror con el humor negro, así se puede constatar desde las primeras páginas de esta novela que se desarrolla en las calles de la Ciudad de México. “Todo lo que halló fue un hombre con el rostro prácticamente deshecho por las moscas y sus larvas, recostado contra un árbol como quien busca la sombra esperando el autobús. Sus ojos la inspeccionaron y emitió un patético gemido moribundo. Malasangre prefirió no gastar una bala en él. Volvió a la calle”.
“El entrarle por el toque humorístico lo disfruté muchísimo, además creo que incluso extrañaba echar mano de la ciudad en el terreno de lo fantástico, no hay muchos autores que se den permiso de entrarle a la ficción por lo que tienen a la mano como la geografía urbana”, explicó Antonio Malpica.
Y agregó “al final lo que cuenta, son los personajes, la historia, ya si luego salen zombis, extraterrestres o diputados plurinominales, ya es circunstancial”, de igual forma destacó que acaba de presentar también el último libro de la saga de “Los Héroes” misma que ha trabajado durante 10 años, y que publica con la editorial Océano.
Finalmente aprovechó para enviar un mensaje a sus lectores “un agradecimiento a todos los que se animaron sumarse a esta loca literatura de muertos vivientes que de pronto es tan denigrada y ninguneada, al final son historias y cada historia tiene su propio sabor. Gracias a los que me han seguido, que siguen lo que sale de mi pluma y que la pasan tan bien leyendo como la paso yo cuando escribo”.
