
EFE.- Cuando hemos querido olvidar las malas noticias o las videollamadas del trabajo, la pregunta que muchos -o prácticamente todos- nos hemos hecho este 2020 pasó del “¿Qué planes tengo? a un constante… ¿Qué veré ahora?”.
Y es que en un año en el que casi toda nuestra vida ha ocurrido a través de una pantalla el cuándo y cómo queremos, ha conquistado los momentos de entretenimiento.
Internet nunca se colapsó (al menos no del todo), mientras el resto del mundo lo hacía.
No se trató exclusivamente de los atracones de series. Sin música en directo, ni cines, ni discotecas, la retransmisión por internet fue fundamental tanto para el inexplicable fenómeno de “Tiger King” como para la estrella pop del año, Dua Lipa, e incluso para las eucaristías del papa Francisco.
La nueva normalidad vino con “play”, pausa y una barra de carga que en primavera, en los momentos más duros del confinamiento, llegó a saturarse tanto -un incremento del 60 % según la consultora Nielsen- que hasta la Unión Europea (UE) pidió a las compañías que rebajaran la calidad para evitar que se congestionara la red.
NETFLIX GLOBALIZÓ LA TELEVISIÓN; VA A POR EL CINE
Durante los primeros cuatro meses del año, Netflix sumó la friolera de 16 millones de usuarios. Cierra 2020 con casi 200 millones de suscriptores, la suma de la población de Colombia, España, Francia y Argentina; y sobra decir que cada suscriptor comparte su cuenta con un puñado de personas.
Son unos números apabullantes para una plataforma que estrenó su primera serie original en 2013.
Pero solo así se explica el éxito global que logró en marzo una serie sobre coleccionistas de felinos, “Tiger King”: Cuando un tercio de la población mundial se confinaba, 64 millones de personas se interesaron por las excéntricas aventuras de Joe Exotic y Carole Baskin.