El Acuerdo de París sobre el clima da esperanzas a la humanidad

NÚMEROS CLAROS

El “Acuerdo de París sobre el Clima” es ambicioso, pero no puede ser de otra manera cuando se trata de preservar el único medio sobre el que se desplaza la vida humana a través del universo. El objetivo fundamental de la conferencia sobre el clima de París es mantener el aumento de la temperatura promedio del planeta por debajo de los 2 grados centígrados

 

Concluyó exitosamente la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), París 2015. Pese a lo difícil de las negociaciones y a la extensión de un día más de las mismas, al final la humanidad, la vida en la tierra, pudieron celebrar en París el compromiso vinculante de todos los países de la tierra para luchar unidos en contra del calentamiento global en el planeta y preservar la vida en él.

            El “Acuerdo de París sobre el Clima” es ambicioso, pero no puede ser de otra manera cuando se trata de preservar el único medio sobre el que se desplaza la vida humana a través del universo. El objetivo fundamental de la conferencia sobre el clima de París es mantener el aumento de la temperatura promedio del planeta por debajo de los 2 grados centígrados, en comparación con el nivel preindustrial y multiplicar los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura más allá de los 1.5 grados.

            El Acuerdo de París refleja la equidad y se basa en el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas, en función de las diferentes circunstancias nacionales, según reza el acuerdo. En este sentido, los países han unido sus esfuerzos para contener las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero lo más rápido posible, pero considerando que los países en desarrollo necesitarán mucho más tiempo para lograrlo, debido el tipo de industria que tienen y los enormes recursos que requiere la transición energética, tema sobre el que se ha habado en México en estas semanas, estableciendo compromisos para aumentar el usos de fuentes limpias de energía.

El planeta entero ahora deberá concentrar sus recursos para reducir sus emisiones de gases contaminantes, lo cual podrán realizar en la medida que evolucionen los conocimientos científicos y los países en desarrollo cuenten con los recursos financieros necesarios, para implementar los nuevos inventos generadores de energías limpias, como la solar, la eólica o la biomasa, por ejemplo.

En este sentido, el acuerdo señala que “las Partes se proponen lograr que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo lo antes posible, teniendo presente que los países en desarrollo tardarán más en lograrlo, y a partir de ese momento reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, de conformidad con la mejor información científica disponible, para alcanzar un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción antropógena por las reservas acumuladas en la segunda mitad del siglo, sobre la base de la equidad y en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza”, señala el acuerdo.

Para lograr el equilibrio entre las masas de gases que provocan el efecto invernadero emitidos por las actividades humanas y las masas almacenados en las reservas de carbono (bosques, océanos) en la segunda mitad del siglo; cada país deberá proporcionar cada cinco años toda la información sobre su plan nacional de contribución a la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Para evaluar el progreso en la aplicación del Acuerdo de París, un primer examen general deberá efectuarse en 2023 y luego cada cinco años. Al respecto, el acuerdo señala que “La Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo de París hará su primer balance mundial en 2023 y a partir de entonces, a menos que decida otra cosa, lo hará cada cinco años”, precisa.

Sin embargo, este mecanismo de revisión estará sujeto a los cambios que se decidan en las COP’s subsiguientes; mientras que los planes de los países desarrollados, de los países en desarrollo e insulares, tendrán en cuenta las circunstancias especiales en cada caso; es decir, sus particularidades.

El acuerdo señala que cada país deberá presentar “Un informe sobre el inventario nacional de las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción antropógena por los sumideros de gases de efecto invernadero, elaborado utilizando las metodologías para las buenas prácticas aceptadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que haya aprobado la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo de Paris”; además “La información necesaria para hacer un seguimiento de los progresos alcanzados en la aplicación y el cumplimiento de su contribución determinada a nivel nacional…”, precisa el acuerdo.

Lo anterior permitirá medir los progresos realizados por cada país en el marco de su compromiso nacional y a la vez, permitirá tomar decisiones para sancionar o definir que tipo de apoyo debe ser proporcionada a un país para enfrentar sus compromisos.

Al respecto, los países desarrollados deben proporcionar los recursos financieros necesarios para ayudar a los países en desarrollo a la adaptación y mitigación al cambio climático. A la vez, se hace una invitación a los grandes países emergentes como China, la India, Rusia, Brasil, Sudáfrica (BRIC’S) y México, seguramente, a hacerlo voluntariamente.

Lo relevante de este acuerdo, es que ahora los países desarrollados deben seguir siendo los líderes en la movilización de fondos para enfrentar el cambio climático, a través de una amplia gama de instrumentos y canales que se irán perfeccionando sobre la marcha.

Esta movilización de recursos financieros para luchar contra el cambio climático, debe inscribirse dentro de un proceso de aumento gradual a través de los años. Mientras que los recursos adicionales, serán distribuidos en partes iguales entre la mitigación y la adaptación. Los países desarrollados deben presentar informes cualitativos y cuantitativos cada dos años, sobre este tema.

El Acuerdo de París es mucho más amplio y se encuentra en internet para quienes quieran conocerlo, pero lo relevante es que finalmente el planeta tiene un acuerdo universal vinculante entre las naciones, que permitirá luchar contra el calentamiento global y hacer frente común ante los desastres naturales, todo para preservar la vida en la tierra. El Acuerdo de París abre un camino de esperanza para la humanidad.

 

DIARIO PLAZA JUÁREZ

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