La gota fue descrita por los egipcios en el año 2640 a. de C.; posteriormente, Hipócrates refirió su relación con la ingesta excesiva de alimentos y vino, así como la tendencia a presentarse más frecuentemente en hombres de edad “madura” y de recursos económicos holgados, por lo que la denominó “enfermedad de Reyes”.
En 1988 George Hitchings y Gertrude Elion recibieron el premio Nobel por el desarrollo del “Alo purinol”, un inhibidor de la enzima xantina oxidasa y uno de los grandes avances en el tratamiento de la gota; Se presenta con mayor frecuencia en varones de entre 20 y 50 años, mientras que en las mujeres después de la menopausia, se estima que tres por ciento de la población mexicana padece gota, enfermedad reumatológica crónica ocasionada por la presencia de niveles elevados de ácido úrico, la gota, nombre con el que popularmente se conoce a la hiperuricemia o exceso de ácido úrico en sangre, es una de esas enfermedades que, en la mayoría de los casos están relacionadas con la dieta, se padece cuando el ácido úrico no se elimina correctamente a través de la orina y se queda en el torrente sanguíneo formando cristales en las articulaciones que producen inflamación y mucho dolor; informó Adriana Bustamante Cruz, coordinadora auxiliar de gestión médica del Instituto Mexicano del Seguro Social en Hidalgo.
La especialista recomendó a la población que ante cualquier molestia de este tipo, acuda al médico para ser diagnosticado y evitar complicaciones graves como: insuficiencia renal, ya que el ácido úrico también se concentra en tejidos blandos como el riñón, la detección temprana, señaló, es que al recibir un tratamiento adecuado se pueden reducir los síntomas y evitar la destrucción de las articulaciones, pues de no controlarse la enfermedad causa discapacidad grave, Adriana Bustamante detalló que es una patología que va en aumento debido a que cada vez existe un mayor número de personas con diabetes, hipertensión, obesidad y dislipidemia.
A pesar de que las purinas se sintetizan y degradan en todos los tejidos, los uratos sólo se producen en tejidos que contienen la enzima xantina oxidasa, como el hígado y el intestino delgado. La producción de uratos varía con el contenido de purinas en la dieta, la velocidad de biosíntesis, su degradación y almacenamiento, en condiciones normales, 75% de la producción de uratos se elimina por el riñón y el resto por el intestino.
RECOMENDACIONES.
Alimentos que deben dejar de consumirse para evitar el Ácido Úrico: mariscos frescos o enlatados, pescados azules, como el salmón, el atún o las sardinas, carnes rojas como la ternera, el cerdo, el buey o el cordero, vísceras como el hígado, el corazón o los riñones, embutidos grasos como el chorizo o las salchichas, legumbres como garbanzos, lentejas, etc. verduras y hortalizas, los espárragos, los champiñones, las espinacas, los puerros y los tomates, bebidas alcohólicas, la bollería industrial y la cerveza.
Alimentos para bajar el ácido úrico: dentro de las frutas, las fresas, frambuesas, arándanos y frutos rojos en general, manzanas, cerezas, naranja, limón, mandarina. Las verduras que más ayudan: alcachofas, cebollas, calabazas, apio zanahorias. Las carnes y pescados que se pueden comer: pollo, pavo, conejo, bacalao, en general las carnes y pescados blancos con poca grasa, productos lácteos leche deslactosada light, yogures light, queso panela, cereales como el arroz, el trigo, aceites de oliva y de semillas como girasol o maíz, pero no de soja. Es importante beber agua como mínimo 2 litros al día para favorecer la eliminación del ácido úrico a través de la orina.