CINE DE HOY
Sin duda que la mejor cinta del XVI Festival Internacional de Cine Judío que se celebra en la Cineteca Nacional y otras sedes capitalinas, es la coproducción sudafricana-países bajos, El desafío de Jean Van de Velde.
El guión de Matt Harvey y Dominic Morgan se sitúa en la Sudáfrica de 1962.
El líder del Congreso Nacional Africano (CNA), Nelson Mandela (Sello Motlung) y sus principales colegas como Walter Sisulu (Josias Moleele), son detenidos y se les acusa de terrorismo, lo que significaría la pena de muerte.
Su abogado defensor es Brian Fisher (Peter Paul Muller), quien era el líder del proscrito Partido Comunista.
Fisher se arriega en todos los terrenos. No solamente es despreciado por el resto de los blancos “por defender a los negros”.
El mismo formaba parte del grupo conspirador, y solamente por una casualidad no se encontraba en el lugar de la detención.
Sin embargo, a medida que se alarga el juicio crecen las posibilidades de que sea reconocido.
Además, no solamente tiene que preocuparse por él mismo, sino por su familia, su hijo enfermo y su hija adolescente, quienes tienen que sufrir el acoso de las fuerzas racistas del orden.
El veterano director de Lek y Wit Licht consigue un poderoso alegato contra el racismo, y trata de rendir homenaje a uno de los principales luchadores contra el apartheid, que había caído en el olvido.
Brian Fisher resulta pues un filme que no hay que perderse por ningún motivo, y que ojalá consiga distribución comercial para que se exhiba después del FICJ.