DE CUERPO ENTERO
Hellen Fisher en su libro “Anatomía del amor” afirma que los placeres sensuales dan velocidad a nuestra existencia
Cada sentido tiene un filón infinito de colores productores de placer, generador de cambios a nivel molecular en cada parte del cuerpo, predominando en la corteza cerebral y en especial el sistema límbico.
Los sentidos son como antenas receptoras de sensaciones que al mezclarse generan una experiencia personal, propia, que cada ser vivo puede describir sin que sea siempre la misma. Probablemente nos detengamos más en la experiencia erótica, porque sea la que conjuga todos los sentidos, ya que fortalece un engrane sofisticado de hormonas mensajeras, activación de recambios celulares y relajación con orgasmos relucientes.
El placer de escuchar la mejor música de Mozart, el ver la capilla Sixtina, el palpar el pétalo de una rosa de mayo, oler un chabacano fresco o el gran placer de saborear una rebanada de pastel de chocolate, son experiencias que apuntan a un placer sensual único.
¿Por qué nos gusta lo dulce?
Cada región presume sus dulces de alcurnia:
Cajeta de Celaya
Ates de Morelia.
Borrachitos y camotes de Puebla.
Trompadas de Morelos.
Cocadas de Jalisco.
Glorias de Monterrey.
Chocolates Constanzo de San Luis Potosí etc.
Más allá de que la glucosa fortalece la neurotransmisión cerebral, y que esto genera activación de endorfinas que provocan bien-estar, el sabor dulce es siempre reconfortante por su asociación habitual a la alegría y la convivencia.
Sin embargo este placer de lo dulce nos ha costado caro, cuando en México las bebidas azucaradas son responsables de más de 24 mil muertes por año, si reconocemos a la Diabetes como la enfermedad que cobra más vidas cada 12 meses, y si aceptamos que somos campeones en el consumo de Coca-Cola (cada mexicano consume en promedio casi medio litro diariamente) y junto con la población de Estados Unidos estamos empoderados en obesidad y sobrepeso.
En nuestro país el 38.4% de la población adulta tiene sobrepeso, y el 27.7% es obesa, es decir en la República Mexicana más del 60% de la población tiene sobrepeso. Estos problemas en la infancia son solo el espejo de los adultos.
Ante este problema de salud pública, donde los medios de comunicación azuzan al consumo rápido, dejando casi en último lugar el camino más lógico de disminuir los azúcares y el ejercicio, puesto que esto no vende, desde hace muchos años aparecen los elementos llamados: EDULCORANTES NO CALÓRICOS
La pretensión es lógica, no quitar el sabor dulce a las bebidas y postres, pero que no genere los problemas adversos como el edulcorante de siempre el azúcar.
El azúcar ha sido el endulzante histórico, siendo una suma de mono y disacáridos, se enlista desde luego a la glucosa, fructosa, lactosa, galactosa, sacarosa y maltosa.
LOS EDULCORANTES SE CLASIFICAN:
Hipocalóricos y no nutritivos:
Fructosa
Polioles
Aspartame
No calóricos naturales:
Luo Han Guo
Estevia
Taumatina
Pentadina
Monelina
Brazzeina
Edulcorantes no calóricos artificiales:
Acesulfame K
Ciclomato
Sacarina
Sucralosa
Desde hace 10 años en diversas partes del mundo se han buscado todas las aristas de esta gama de productos que pueden ser alternativas para mitigar los diversos problemas de salud; en México el nicho de impacto es en más de 50 millones de personas.
INTIMIDAD DE LOS EDULCORANTES NO CALÓRICOS ARTIFICIALES
LA FDA –Organización de administración de medicamentos y alimentos- en Estados Unidos, ha aprobado estos productos, algunos desde 1981 como el ASPARTAME, 200 veces más dulce que el azúcar, y de los más usados en bebidas y alimentos: acesulfame K, aprobado en el año 2000; Sucralosa (splenda) reconocida por la FDA en 1999; Neotame en el años 2002, 700 veces más dulce que el azúcar, stevia etc.
Es innegable que ante estos productos que con menor cantidad endulzan, sin efectos alternos de elevación de la glucosa, se perfilen como herramientas útiles en pacientes con diabetes y en la obesidad; sin embargo existen muchas voces en los medios electrónicos que avizoran daños a la salud inclusive productores de cáncer.
En el año 2014 en México se establece una actualización a la norma oficial 0-51 por parte de la Secretaría de Salud que remarca el uso moderado de estos productos, el aceptar la dosis diaria de azúcar en no más de 25 gramos, y que las bebidas muestren siempre una etiquete con los ingredientes exactos y completos. Por ejemplo Una Coca-Cola normal contiene 35 gramos de azúcar, el equivalente de cinco sobres de azúcar en una sola toma. Las bebidas sin azúcar (Light) suelen tener endulzantes como el aspartame y acesulfame K, aclarando en el primero que contiene fenilalanina.
Ha habido declaraciones de grupos especializados en varias partes del mundo como la Federación Mexicana de Diabetes, que suscribe que se pueden usar sin efectos adversos, sugiriendo no llegar a la ingesta diaria máxima (IDA); la Asociación Americana de Cardiología y la de Diabetes en el año 2012 hablan de pocas evidencias científicas para aprobar su uso, sin embargo recomiendan disminuir el consumo de azúcar.
La FDA ha aprobado seis edulcorantes: acesulfame K, Neotane, Sacarina, Stevia, Aspartame y sucralosa.
En España en el año 2013 el decálogo de la reunión de Chinchón con expertos declaran que pueden usarse dosis medias, que no existen estudios significativos en relación con el cáncer, y que estos productos no afectan los niveles de glucosa ni de insulina.
EDULCORANTES NO CALÓRICOS Y LAS MUJERES
En general no se recomienda en forma general en la infancia, haciendo hincapié en promover mejores hábitos de dieta y ejercicio. En la mujer embarazada no existen riesgos de toxicidad, evitando el aspartame porque el feto no puede eliminar este aminoácido. La ingesta de edulcorantes en mujeres antes y después de la menopausia puede ser buenas alternativas para el control del peso y preservar niveles adecuados de glucosa.
CONCLUSIONES:
-El reto de poder consumir con placer bebidas y alimentos dulces sin efectos adversos, no solo estriba en nuevas fórmulas, sino en nueva actitud para el cuidado de la salud; sería mejor disminuir lo dulces, pero eso implica el alejarse del dulce placer de paladear;
-Hoy día en general los edulcorantes no calóricos son bien aceptados en todo el mundo, con observaciones pertinentes en algunos por sus efectos adversos específicos.;
-No existen pruebas de efectos dañinos en la mujer embarazada, ni en la mujer adulta;
-Cada vez más agrupaciones especializadas aprueban su uso, remarcando que el mejor camino sería cambios en los hábitos alimenticios y el ejercicio.
“El placer de lo dulce es parte inherente del ser humano, y solo nos queda saber aderezar lo que bebemos o comemos con ingredientes que nos hagan disfrutar, pero también vivir más años”.
