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EDUCAR Y MANIPULAR

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EDUCAR Y MANIPULAR

FAMILIA POLÍTICA 

“Educar, es dar al cuerpo y al alma

toda la belleza y perfección posibles”

Platón de Atenas

Los tiempos que vivimos son propios para repensar asuntos relativos a la actividad educativa.

El tema es complejo; tanto que trajo a mi memoria la reflexión, alguna vez leída en internet: “Sé que existen palabras para definir con exactitud lo que uno quiere decir, pero en múltiples ocasiones no se pueden recordar. De esto se deriva alguna que se aplica a una persona que nada sabe, pero que habla como si supiera de todo. Por ejemplo, en un grupo se está hablando de un tema en concreto; el sujeto no sabe nada de él, pero habla como si dominara la materia. Quiere dar la impresión de ser un experto”.

La irrupción de la polémica en torno a la creación, contenido y estructura de los libros de texto gratuitos, está poniendo en evidencia lo poco que se sabe de la materia; lo mucho que se ignora y los daños que pueden causarse, por lo menos, a una generación que con certeza leerá los famosos libros, pues en ella están los sujetos a quienes van destinados.

Alguna vez, mi amiga Julieta Guevara, experta en educación, después de escuchar el conceptuoso discurso de un alto funcionario del sistema, me decía: “ese Señor sabe lo que dice y lo dice bien; seguramente hizo una buena primaria”. Los libros y la práctica honesta en el aula permiten emitir opiniones que, sin embargo, requieren el análisis de verdaderos especialistas (pues no cualquier intelectual lo es). Los mexicanos en general, menospreciamos el tema. No tenemos suficiente claridad en relación con la calidad y cantidad de nuestros conocimientos y ello nos hace emitir conceptos cargados de superficialidad y, a veces, de malsanos intereses.

A saber, cinco son los principales sectores de la cultura, los cuales se orientan hacia elevados valores fundamentales para la existencia. Así: la Ciencia tiene como objetivo la búsqueda y adquisición, en su caso, de la Verdad; el Derecho aspira a alcanzar la Justicia; la Belleza es el valor supremo del Arte; la Religión tiene la misión de, como su etimología lo indica (re-ligare), Volver a Unir al ser humano con la divinidad originaria y la Educación (artículo tercero constitucional) debe trabajar por la Formación Integral del individuo; esto es, el desarrollo armónico de su personalidad. Cuando a ese desarrollo le falta armonía, el sistema educativo corre el riesgo de engendrar monstruos, como fue el concepto de Súper Hombre que el nazismo sembró, pero atribuyó su conceptualización y creación al filósofo Friedrich Nietzsche, (el Súper Hombre era el punto intermedio entre el hombre y Dios. La Raza Aria, su modelo inspirador). Un sistema educativo que se diseña para formar un determinado modelo de ser humano, lo hará al margen de cualquier voluntad democrática; siempre en cumplimiento de una distorsión ideológica.

El punto de vista de la izquierda como forma de gobierno, es aplicar los principios del materialismo dialéctico creados por Marx, Engels, Althusser y muchos santones más. Aunque ya se sabe que los principios violentos que se generan en la lucha de clases y en la propiedad de los instrumentos y medios de producción que adoptan los estados que eligen como modelo este sistema, han fracasado.

Los diferentes países donde se ha pretendido implantar modelos comunistoides, generalmente lo hacen bajo la sombra de personajes de tipo caudillesco. A pesar de su notoria inviabilidad, insisten en sus planes por lograr que el mundo se adapte a sus principios y no sus principios al mundo. Lo anterior, ante la miranda indolente de buena parte de la población que mira indiferente cómo los mesiánicos dirigentes conducen a los pueblos hacia el caos y al suicidio colectivo. 

Mi generación y algunas anteriores abrevamos en estos principios; es más, mantenemos el viejo discurso lleno de lugares comunes y buscamos rendir culto a la personalidad de “héroes” como Ernesto “Che” Guevara, los hermanos Raúl y Fidel Castro y otros mandatarios aún vigentes, pese a su indudable negatividad.

Según la versión clásica del socialismo, todas las instituciones son instrumentos para mediatizar la consciencia de la población y entregarla en manos del capitalismo; por ejemplo, la familia se somete a la figura autoritaria del padre y busca anular cualquier brote de libertad individual entre los hijos; la ciencia, a pesar de que por naturaleza no acepta fácilmente la ideologización, en un sistema autoritario se pliega a los deseos del gran dictador, cuya influencia se hace sentir incluso en el mundo normativo, introduciendo sus propias ideas en las leyes, las cuales poco a poco se van convirtiendo en instrumentos al servicio de un determinado sistema de gobierno, el cual llega a los extremos de influir en la percepción estética del arte, para sugerir cuáles formas de expresión corresponden al socialismo y cuáles son productos representativos del “odiado” capitalismo. La religión es claramente, por historia, aliada de todos los sistemas de gobierno, lo mismo ocurre en nuestra América; aquí, la Iglesia, sus altos dignatarios, todas sus estructuras territoriales y jerárquicas, siempre han estado y estarán al lado de los poderosos, salvo excepciones, como la rebelión cristera.

Es muy difícil expresar una opinión, a estas alturas, en relación con los libros de texto gratuitos, aunque no es usual que publicaciones de este tipo levanten tanto revuelo social. “Cuando el río suena, es que lleva agua” y esta agua es capaz de despertar las conciencias dormidas, sacando a los principales actores sociales de sus diversas zonas de confort.

Nuestra educación es un sistema con fuerte raigambre constitucional e histórica. Las dos formas más visibles de representación sindical (SNTE y CNTE), no han fijado sus posiciones de manera firme; no se han definido si están con la edición y reparto de los libros o en contra de ellos; en términos más concretos, no se sabe si están con el Presidente o contra el Presidente, aún con el respeto a sus diferentes matices ideológicos.

Los gobernadores saben que pueden rechazar cuantos instrumentos educativos atenten contra su espíritu federalista; algunos seguramente lo harán. Los profesores, individualmente considerados, deberán retomar los libros para ubicar su conciencia al margen o coincidencia con la línea que les dicte su organización sindical. La sociedad reconoce ejemplos de profesores verdaderamente valiosos, más allá de las clases intensivas de guerrilla que se imparten en las escuelas normales rurales.

El magisterio debe retomar su papel histórico para orientar profesionalmente su criterio, con base en el pensamiento de los grandes pedagogos. Es sabido que cada instancia educativa tiene su propia área de formación profesional, como el CIIDET, que en su momento nos dotó de excelentes planes y programas a nivel de Especialidad, Maestría y Doctorado para la docencia en educación superior.

Para concluir, los padres de familia, a mi juicio, no son confiables en una controversia de esta naturaleza; su escaso conocimiento de la materia los puede hacer presa fácil de la manipulación y la demagogia.

Decíamos arriba que la educación es, en mucho, asunto de especialistas; por desgracia, existen docentes que se instalan en su zona de confort y no se preocupan por actualizarse, desde el punto de vista intelectual. Atrás quedó el conocimiento de los educadores clásicos como Sócrates, Platón y Aristóteles, los renacentistas como Leonardo de Vinci y Maquiavelo, también el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau y su concepción de Emilio, el Niño Solitario; de María Montessori; de los pensadores modernos: Kant, Descartes, Piaget…

Compañeros profesores, con todo respeto, les recuerdo que: educar es algo más que enseñar al margen de cualquier ideología, es buscar que el cuerpo y el alma alcancen toda la belleza y perfección posibles. La decisión está en sus manos.