ECHEVERRÍA: UN ESPEJO PARA MUCHOS POLÍTICOS

ECHEVERRÍA: UN ESPEJO PARA MUCHOS POLÍTICOS

ALFIL NEGRO

El sábado a los 100 años de edad, falleció el ex Presidente Luis Echeverría Álvarez, LEA, en un clima de reclamos y acusaciones muy fuertes en su contra, y con el reconocimiento de unos cuantos que también los hubo.

Pero en general, y hasta como pose, la actitud fue de condena en contra de quien gobernó nuestro país de 1970 a 1976, sobre todo por los hechos de Tlatelolco, el halconazo y lo que se conoce como la guerra sucia.

Sin embargo, en su momento de poder absoluto, fue ovacionado y reconocido, sobre todo por sus políticas de corte internacional, con las que pretendió ser el líder de Latinoamérica, con un corte socialista que lo llevó a ser gran amigo de Cuba y de los países que caminaban por esa senda.

Todavía se recuerdan sus movimientos para buscar el puesto más grande de la ONU, o su intención de darle al mundo mandamientos de tipo económico con su carta de los derechos y deberes económicos de los pueblos, a la que en ese tiempo se calificó como una maravilla.

Eran sus momentos de gloria y de esplendor.

Pero todo pasa y más en esto de ejercer el poder, en que se está un poco en la parte alta del mismo con toda la luz del sol sobre el personaje ,y en unos cuántos años se va a las sombras, al olvido y al juicio inapelable de la historia.

Así es este juego del poder.

Pero nadie escarmienta en cabeza ajena.

Ahora, en la muerte de Echeverría, ¿dónde están las multitudes que le cantaban como El Salvador de los pueblos pobres y del mundo? ¿Dónde están los que le decían que con él se iniciaba la historia de libertad y dignidad de América Latina? Callados como suele suceder en estos casos.

Quienes ejercen poder bien se pueden ver en este espejo, para saber y entender que nada en este quehacer es para siempre, y que el tiempo, siempre el tiempo, pone a todos en su lugar y que para la gente los calificativos son breves pero contundentes, de tal manera que sólo dicen para hablar de un político “fue un ladrón “ o “Hizo puentes”, “fue bueno”, “no hizo nada”, “muy buena gente” y no hay otro tipo de consideraciones.

Echeverría es un espejo en el que se pueden mirar los que hacen del poder un oficio de vida.

Para ganarse un buen juicio del pueblo ,se debe trabajar mucho y tener logros reales, porque las actitudes de abusos y soberbia la ciudadanía ni siquiera se espera a que desaparezca el personaje y desde ya lo califican como bueno o como abusivo y soberbio, y contra el juicio popular no hay vuelta de hoja.

Dice la información que en el sepelio de LEA apenas llegaron dos coronas de flores y no hubo más.

El hombre que buscó ser el líder de los países latinoamericanos, el Simón Bolívar libertador se fue en silencio, casi escondido sin ceremonia de estado en la justa dimensión del olvido.

Como dice Neruda en su poema XX: “es tan corto el amor y es tan largo el olvido”.

Que en otras, palabras pudiera ser: “es tan corto el poder y es tan largo el olvido”,

Echeverría es un espejo en el que debieran verse los políticos, para ver el rostro verdadero de lo que deja y quita el poder.

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