Los acusa Corea del Sur
Según la inteligencia surcoreana, cuatro funcionarios del Ministerio de Seguridad Nacional y dos del Ministerio de Exteriores participaron en el asesinato
“A la vista de la composición del personal (que participó en el ataque), juzga que fue un acto de terror sistemático dirigido por Kim Jong-un”, dijo por su parte Kim Byung-kee, del Partido Democrático.
Los servicios de inteligencia surcoreanos anunciaron ayer que el reciente asesinato en Malasia del norcoreano Kim Jong-nam fue un acto organizado y llevado a cabo por funcionarios de dos ministerios del hermético Reino Ermitaño, una teoría que apunta directamente al hermanastro del fallecido y dictador del país, Kim Jong-un.
Esa es la conclusión a la que han llegado los miembros del Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano, que en una reunión a puerta cerrada mantenida ayer con varios parlamentarios, señalaron que cuatro funcionarios del Ministerio de Seguridad Nacional -especie de policía secreta encargada de arrestar disidentes y gestionar las cárceles para presos políticos- y dos del Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreanos participaron directamente en el asesinato que tuvo lugar el pasado día 13 de febrero.
Esto supone un cambio en sus primeras hipótesis, que apuntaban a la Oficina General de Reconocimiento norcoreana como artífice del atentado.
Según su versión, los sospechosos se habrían dividido en dos grupos, uno encargado del envenenamiento del hermanastro del Líder Supremo -en su momento llamado a heredar el poder en el país comunista-, y otro de ofrecer apoyo. Cada equipo habría inducido por separado a las dos mujeres arrestadas por el asesinato -una vietnamita y otra indonesia- antes de reunirse en Malasia para ejecutar su plan.
“Fue un caso de terror dirigido directamente por los ministerios de Seguridad y de Exteriores, un terror dirigido por el Estado”, declaró al finalizar la reunión Lee Cheol-woo, miembro del Partido de la Libertad de Corea.