• Fue un ciudadano estadounidense, la donación la recibió el Museo del Holocausto de Washington
Si Ana Frank estuviera viva, si los nazis no la hubieran capturado y recluido en distintos campos de concentración para finalmente morir de tifus en febrero de 1945, el día de ayer hubiera cumplido 90 años. Su nombre completo era Annelies Marie Frank y su historia es una de las más conocidas de esa gran noche horrenda que vivió la humanidad, el Holocausto.
Tenía quince años cuando la asesinaron. Dos años, antes de que la atraparan, permaneció escondida junto a toda su familia en una parte oculta de un viejo edificio de Ámsterdam, lugar donde se mudaron tras huir del nazismo. Allí, en ese un “anexo secreto”, como ella misma lo llamó, se dedicó a escribir un diario que recorrió el mundo. Se lo conoce como “El diario de Ana Frank”, y fue publicado por su padre, Otto Frank.
Cartas sensibles y reveladoras que ahora, luego de varias décadas, Cooper decidió donar al Museo del Holocausto de Washington. Otto Frank murió en 1980. Su objetivo fue cambiar el mundo. Vivió hasta los 91 años y no dejó de intentarlo.
“Nos conocimos en 1973, después de escribirle unos meses antes. Experimentamos muchas cosas interesantes. Por ejemplo, me dejó ver el diario original de Ana”, cuenta el estadounidense. Al verse cara a cara se confirmó lo que ya ocurría en el intercambio epistolar del papel: se hicieron amigos y esa amistad forjada se prolongó hasta la muerte de Otto, en 1980.
El 9 de enero de 1972, Otto Frank le escribió a su nuevo amigo, instándole a que se inspirase en el optimismo de su hija: “Quiero recordarle su ardiente deseo de ‘trabajar para la humanidad’ en caso de que ella sobreviva (…) Puedo ver en su carta que usted es una persona inteligente y que tiene su propia personalidad. críticas, por lo que solo puedo esperar que Anne te inspire para encontrar una perspectiva positiva de la vida “.
“Su objetivo era enseñar sobre el Holocausto —explica Cooper sobre Otto Frank—, aunque no tanto sobre el Holocausto como sobre la tolerancia y la Humanidad. Ponía sus esperanzas en la gente joven. Y se inspiró en las cartas que había recibido, la mayoría de jóvenes”.
Son más de 80 cartas en total. El museo digitalizará toda la colección de Cooper. Pronto estará online. Hay fotos y otros materiales, como el monedero de Otto, por ejemplo. Ahora están disponibles en el Museo del Holocausto de Washington sumándose a películas, libros, musicales, graffitis y hasta aplicaciones de celular que siguen rindiendo homenaje a Ana Frank, quien hoy cumpliría 90 años.
…”Quiero recordarle su ardiente deseo de ‘trabajar para la humanidad’ en caso de que ella sobreviva…