Solo una sorpresa parece que podría alterar el panorama. Donald Trump será el candidato republicano. Dicho esto, no deja de ser ironía que el empresario aparezca en todas las encuestas como el político más impopular. Es más, ningún candidato a elección alguna, presidencial, por un estado o un puesto en el Senado, había registrado números peores en tres décadas.

De acuerdo a números de la encuesta de Bloomberg, 68% de estadounidenses tiene opinión desfavorable del político, casi el mismo resultado que la de CNN/ORC, con 67%, y la de ABC/Washington Post, también con 67% de rechazo.

Los ataques verbales de Trump a hispanos y musulmanes, sus gestos violentos durante sus actos de campaña y su actitud arrogante en entrevistas, no parecen estar pasando desapercibidos para el estadounidense medio. El magnate de la construcción logra superar en las encuestas a Dick Cheney, el que fuera vicepresidente durante la administración de George W. Bush, que en su momento registró 60% de impopularidad.

Tampoco al ex mandatario texano le fue muy bien durante gran parte de su mandato, con un 60% de opiniones negativas. Mal dato pero ninguno como el de Trump, que cuenta con inmenso rechazo por parte de los votantes del bando demócrata, con un 80 por ciento de desaprobación, y tampoco despierta muchas simpatías entre republicanos.