Damián y Úrsula Aranzazú, se presentan como pertenecientes a la congregación de España, donde ofrecen soluciones fáciles para todos los problemas que existen en los hogares, que van desde problemas de salud, de amor, hasta curas para la brujería.

El director de Reglamentos municipal, Miguel Mundo Cervantes, se niega a clausurar la operación de un centro de artes adivinatorias, que desde 2008 se encuentran prohibidas en este municipio tras la reforma del Bando de Policía y Gobierno.

El centro de investigaciones botánicas-esotéricas Aranzazú, autodenominados “soldados de Dios cambiando vidas”, se encuentran ubicados en el barrio de El Fitzhi, operando con total impunidad bajo la protección del Ayuntamiento.

A través de volantes y publicidad pagada, los supuestos brujos, promueven además de la adivinación, también productos de dudosa procedencia y calidad, supuestamente para curar diversos males, tanto médicos como de brujería.

“Damián y Úrsula, se lo han demostrado a cantidad de personas en todo México que hasta la misma ciencia ha quedado sorprendida de ver tantas curaciones y sanaciones espirituales”, señala en su publicidad que abiertamente realizan en el municipio.

En 2008, el gobierno municipal reformó el bando de policía y gobierno, porque precisamente Ixmiquilpan estaba infestado de centros de  “sanación” como éstos, donde timaban a las personas más pobres no sólo del municipio, sino de otras localidades.

Se documentaron entonces, decenas de casos de hombres y mujeres, quienes entregaban todos sus bienes a estos brujos con tal de encontrar soluciones a sus problemas, principalmente personas con enfermedades terminales, con hijos desaparecidos, entre otros, quienes al conocer que se trataba de fraudes, presentaron denuncias penales.

Desde entonces, las administraciones municipales han hecho esfuerzos por ahuyentar es este tipo de estafadores, sin embargo por primera vez, un alcalde como el actual, Pascual Charrez Pedraza, consiente y permite la operación de este tipo de establecimientos.