PULSO DEL MEZQUITAL
Para esos escépticos que ven a las religiones como un problema, empresas lucrativas o un nido de come santos y surra diablos, esta semana se llevaron un pasmo en las narices, para que vean que “los amén” en las redes sociales sí tienen efecto, cuando con una cadena de oraciones lograron que en Ixmiquilpan, se impusiera una secta religiosa por encima de la Constitución y del Estado. Bendito sea el cielo que ya no está entre nosotros don Benito Juárez fundador del Estado laico, sino qué friega nos hubiera puesto de ver a un alcalde haberse doblegado a un pastor extranjero que ha estado como cuchillito de palo y sucumbir a sus creencias por encima de proteger los principios constitucionales.
Ya lo dijera la maldición de la Malinche, “Tú, hipócrita, que te muestras humilde ante el extranjero; pero te vuelves soberbio con tus hermanos del pueblo”. Uno pensaría que eso del fanatismo religioso sólo corresponde a pueblos tercermundistas, y no a países como el nuestro, donde a criterio de las iglesias, estamos volviendo a los tiempos de Sodoma y Gomorra.
El pastor de origen extranjero, Melquisedec Hidalgo, además de invadir ilegalmente una propiedad la cual es reclamada por sus legítimos dueños, de afectar con el ruido a los vecinos aledaños, de no contar con permisos para su operación, entre otras anomalías, fueron insuficientes argumentos para que el presidente municipal, Pascual Charrez Pedraza, mostrara un poco de imparcialidad, dio su brazo a torcer como un acto de solidaridad porque también es cristiano, lo cual es entendible, cualquiera queda tentado por los tratos divinos, estando bien con Dios que chiflen a su flauta los santos.
Lógicamente los resentidos sociales, en vez de reconocer sus culpas, de aceptar la palabra del pastor, de no hacerla de tos, andan diciendo, que el alcalde fue negligente, que ahora el barrio ya no lo respalda (el cinco de junio pasado sí), que será responsable de algún conflicto social, incluso de no querer tratos con él a menos que sea el Secretario de Gobierno del estado quien convoque, pero no hay más ciego que aquel que no quiere ver, un milagro está ante sus ojos porque a pesar de la oposición de las mayorías, este grupo minoritario en el nombre de Dios, se salió con la suya.
Quien por cierto sí tiene tratos con el Diablo, es la presidenta municipal de San Salvador, América Juárez García, pero crea en ese que tiene cuernos y cola, tampoco hablo de su esposo, no, sino que le ha dado por legitimar a las policías comunitarias que existen en su territorio, las cuales reconoce que basan sus operaciones en sus usos y costumbres.
De por sí es un riesgo tener este tipo de escuadrones justicieros, entiéndase justicia al libre albedrío, sin embargo la alcaldesa que más que valiente es aventada, no sólo acepta la operación de estas policías comunitarias sino que además las fortalecerá a través de una coordinación institucional, en vez de combatirlas a partir de concientización y aplicación del estado de derecho. Ay nanita con estos alcaldes con sus tratos con el bien y el mal.
En corto:
• En Alfajayucan se incrementa la violencia, desde el pasado 15 de septiembre diversos hechos relacionados con la delincuencia se han registrado. Esta semana, en un paraje fue abandonada una cabeza de cerdo acompañada de una cartulina en la que se atribuye el hecho a una organización de la delincuencia organizada.
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