Dimite el impulsor de la destitución de Rousseff

Crisis política en Brasil
●    “Solo mi renuncia puede ayudar a estabilizar esta Cámara”, dijo el tipejo tras presentar su renuncia

De acusado a acusador: después de que, en noviembre pasado, los diputados del PT, la formación de Rousseff, votó contra él en la Comisión de Ética,  horas después, desencadenó el impeachment de la presidenta, que la apartó provisionalmente del poder en mayo. La misma Rousseff califica al propio Cunha de ser uno de los artífices de su caída.
El polémico presidente del Parlamento Brasileño, el diputado Eduardo Cunha, el político más impopular de todo Brasil, renunció ayer a su puesto al frente de la Cámara. Lo hace, según explicó en atropellada alocución leída, porque resolvió “ceder a las presiones” y porque, según él, “el Parlamento se encuentra acéfalo, en una situación extraña, y solo la renuncia puede estabilizarla”.
Cunha aludía a que, desde primeros de mayo, él se encuentra apartado del cargo por orden de la Fiscalía brasileña, que le acusa de haberse beneficiado de los sobornos de Petrobras.
También la Comisión de Ética de la Cámara le acusa de haber mentido al Congreso al asegurar, hace más de un año, que no tenía cuentas en el exterior. Revelaciones posteriores demostraron que el diputado, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el mismo que el del presidente en ejercicio, Michel Temer, posee cuentas en Suiza (a nombre suyo y al de su mujer) por valor de 5 millones de dólares.
Para justificarlo, el ahora ex presidente de la Cámara brasileña aseguraba que él no era el auténtico dueño del dinero, sino sólo su “usufructuario”, un galimatías verbal que no convenció a los parlamentarios, que un día sí y otro también, se desayunaban con noticias sobre los gastos suntuosos de Cunha y su familia en sus viajes a Europa y a Miami, siempre a cuenta de esos fondos.
La controvertida figura de este diputado nacido en Río de Janeiro en 1958 ha sido protagonista crucial de los dos últimos años de la política brasileña. Cunha, ultrarreligioso, pastor de iglesia evangélica y poseedor de centenares de páginas web con el nombre de Jesús, se ha caracterizado desde que fue nombrado presidente de la Cámara brasileña, a principios del año pasado, por su feroz oposición a Rousseff.

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