Difícil camino de la renegociación del TLCAN

NÚMEROS CLAROS
Las negociaciones parecen estar estancadas y los canadienses cada vez más decepcionados
 

La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) parece pender de un hilo. Pese a las declaraciones del Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mantiene el control de la suerte del Tratado entre sus manos, más dispuesto a ponerle fin y negociar un acuerdo comercial bilateral, que renovar el TLCAN con acuerdos viables entre los tres países firmantes.
La causa de la fractura del TLCAN continúan siendo los automóviles. Este es el tema que divide a los negociadores estadounidenses y mexicanos, el cual ha hecho a un lado a los canadienses, pese a los progresos anunciados en Washington; lo cual ha hecho que aumente la especulación sobre las verdaderas intenciones del presidente Trump respecto al Tratado, a pesar de que esta semana continúan las discusiones entre las delegaciones de México y Estados Unidos en Washington.
Recordemos que una de las promesas de campaña del presidente Trump fue acabar con el TLCAN por ser un mal negocio para su país. No decidió salir del Tratado Estados Unidos, pero hace un año que renegocia con México y Canadá su “modernización”, sin que se vean grandes avances reales que muestren la verdadera intención del presidente Trump por consolidar la zona de libre comercio en América del Norte; todo lo contrario, en conferencias de prensa, en discurso y por twitter, en repetidas ocasiones ha amenazado con ponerle fin y firmar acuerdos comerciales bilaterales.
Las negociaciones parecen estar estancadas y los canadienses cada vez más decepcionados. Después de tres semanas de discusiones en Washington entre estadounidenses y mexicanos, donde se han hecho anuncio de estar cerca de un compromiso definitivo, haciendo concesiones en el tema automotriz, nada parece estar realmente avanzando hasta hoy y si aumentando las tensiones, sobre todo entre Canadá y los Estados Unidos por temas bilaterales sobre madera y agricultura donde mantienen discrepancias.
Las trabas a los avances de las negociaciones entre México y los Estados Unidos, no han cambiado. Washington sigue con sus amenazas de imponer nuevos impuestos a las importaciones de autos a su país y no parece estar satisfecho con aumentar el porcentaje de las reglas de origen (75%), las cuales podrían beneficiar a los tres países y hacer que muchas empresas decidan instalarse en uno de los tres países de la zona de libre comercio, si tienen intenciones de exportar libres de impuestos sus actos a cualquiera de los países.
Nada está escrito aún sobre la suerte del TLCAN. En los últimos días, los estadounidenses habían acordado no aplicar nuevas tarifas a los vehículos procedentes de las fábricas mexicanas que ya producen en el país, pero se niegan a otorgar los mismos beneficios a las fábricas nuevas que pretendan abrirse o estén en construcción. Si los aranceles que pretende imponer Estados Unidos a las exportaciones de autos mexicanos se eleva al 25%, lo más probable es que ningún armadora se atreva a invertir en país en el futuro inmediato; luego que el sector automotriz se ha convertido en uno de los más dinámicos de la economía nacional y abarca el 20% de la producción industrial actual.
El presidente Trump es optimista señaló el viernes pasado en Twitter, que un acuerdo con México estaba cerca y calificó al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de ser caballero. Sin embargo, nadie puede afirmar que las cosas puedan mejorar después del 1 de diciembre cuando asuma el gobierno el nuevo presidente electo, sobre todo porque AMLO criticó abiertamente al presidente estadounidense durante la campaña presidencial y rechazó sus planes de construir un muro fronterizo. Sin embargo, si los mexicanos y estadounidenses llegaran a un acuerdo, los canadienses podrían volver a sentarlos a la mesa de negociaciones, pues no necesariamente lo que convenga a México y Estados Unidos podría convenir a Canadá.

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