Las dietas depurativas son muy aconsejables para quemar grasas y carbohidratos presentes en muchos de los alimentos que ingerimos diariamente. Permiten acelerar el gasto calórico a la vez que limpian el aparato digestivo y se renueva el organismo.
A pesar de todos sus beneficios, se debe tener mucho cuidado al implementar una dieta de este tipo ya que no podemos abusar de ellas, por lo que es aconsejable seguirlas durante dos semanas máximo.
Si la llevas por un tiempo prolongado, lo aconsejable que como máximo sea durante un mes, pero tan sólo dos días por semana y acompañada de una dieta de mantenimiento.
La pérdida de peso es progresiva, por lo que nuestro cuerpo asimila mucho mejor el cambio y es más difícil volver a recuperar el peso que hemos perdido.
Después de terminar una dieta depurativa, debes seguir con tus hábitos alimenticios con normalidad, sin abusos porque si no no, habrá servido de nada lo realizado.
Beneficios de una dieta depurativa
1. Eliminación de toxinas mediante la depuración y eliminación de líquidos.
2. Disminuye los niveles de colesterol, triglicéridos y la tensión arterial.
3. Controla los niveles de glucosa.
4. Mejora el rendimiento físico y mental, la calidad del sueño y el metabolismo.
Ten en consideración que este tipo de dietas se basan en la combinación de propiedades depurativas de uno o varios alimentos, así como de hierbas, plantas o infusiones. Pero no sólo nos vamos a “alimentar” a base de líquidos, debemos incluir también verduras, caldos, ensaladas, frutas, queso fresco o requesón, yogures desnatados, cereales y galletas integrales y zumos o jugos.
Durante el tiempo que lleves a cabo tu dieta depurativa, no olvides tomar muchos líquidos y realizar ejercicio, preferir sustitutos de azúcar, no tomar café ni bebidas alcohólicas.
Recuerda que es muy importante que antes de hacer una dieta de este tipo, lo más aconsejable es consultar previamente con un especialista.
• Para desayunar: Un jugo de naranja natural y una infusión o un té, si quieres puedes añadirle un poco de edulcorante.
• Para almorzar a media mañana: Una fruta o un yogurt deslactosado natural
• Para comer: Una ensalada verde con un poco de aceite de oliva y limón, una sopa de verduras caseras sin grasas, fruta (preferiblemente piña) y un té o una infusión.
• Para merendar: Una fruta o un yogurt.
• Para cenar: Verdura hervida o al vapor y una infusión o un té.
