VESTIDO DE DOCTOR, ANGELITO, LA FE EXISTE
* 40 días después de la Navidad, presentan ante la iglesia a los pequeños caracterizados de diversas formas
El dos de febrero es conocido oficialmente como la festividad de Nuestra Señora de la Candelaria, con un significado especial para los católicos y ocurre 40 días después de la Navidad para marcar así el final de ese periodo.
Ayer cientos de feligreses se dieron cita en los templos y con toda su fe llevaron en brazos Niños Dios morenitos, claros y de todos los tamaños, incluso algunos se podían apreciar en la palma de la mano, y otros los cargaban como si fuera un bebe de carne y hueso.
Así es como fueron presentados y vestidos de doctor, limosnerito, enfermero, Sagrado Corazón de Jesús, angelito, Niño de las Maravillas, San Juditas, entre otros.
Algunos feligreses celebran esta costumbre por herencias de sus bisabuelos, abuelos y otros por su creencia religiosa; hombres y mujeres gastaron entre los 50 a los 500 pesos para vestir a su niño.
Es el ejemplo de Lourdes Sánchez que apenas podía caminar con su niño Dios vestido de Atocha y desde hace 40 años trae su imagen a bendecir: “Estoy segura de que nos va ayudar y cada año vengo sin fallarle y aprovecho para que nos dé salud, estemos bien, tengamos trabajo. Por eso le pido mucho a mi niño Dios, quien mi madre, que en paz descanse, cumplía con esta tradición todos los años y pues ahora a mi me toca cumplir”, expresó.
Otra persona Jorge López: “Pues más que nada le pedimos que nos vaya bien, que no nos falte dinero. Lo seguiré trayendo mientras Dios nos dé licencia de caminar, ya son 20 año con este que venimos”.
Josefina: “Mi niño Dios tiene 120 años, era de mi bisabuela, después se lo heredo a mi abuelita y mi abuelita a mi mama y mi mamá a mí, la tradición de la familia es que la primera que se casara se quedaría con él, y yo fui hija única y solo tuve varones. Pero ya cuando falte será una de mis nietas quien siga con la tradición”.
Cabe destacar que en la parte de atrás del templo, la gente levantaba sus niños que los dejaban ver con coronas, alas, flores, sombreritos con plumas, aureolas y vestidos con alas; muchos esperaron una segunda rociada de bendición.
Asimismo llegaron a la iglesia familias con sus figuras de arcilla o de yeso. Arropados, antes de ir a cumplir con la promesa de los tamales, porque les salió el niño en la Rosca de Reyes el pasado 6 de enero.
