Javier Amador a la Secretaría del Trabajo
Es cosa de horas para que se haga oficial en nombramiento del diputado local, Javier Amador, como nuevo titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en la entidad, cargo que dejó vacante Mayka Ortega Eguiluz, ahora en la Sedesol. Amador ocupará una cartera fundamental en la administración del gobernador Olvera, y mucho se espera de uno de los jóvenes políticos de todas las confianzas del mandatario hidalguense. Será en unas horas.
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Xóchitl: no soy de aquí, ni soy de allá
Le salió lo chilanga a la Xóchitl. Sucede que ahora que ya quiere ser delegada de la Miguel Hidalgo en el Distrito Federal, logró que le dieran un documento en el que acredita que desde hace tres años vive en la capital del país con todo y que su credencial de elector precisa que es en Pachuca. O sea que como dice la canción de Facundo Cabral, “no es de aquí, ni es de allá”. Si primero juraba y perjuraba que pasaba sus días en tierras hidalguenses, ahora dice todo lo contrario. Lo que es la obsesión por un cargo político mi Xóchitl.
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¿Pero quién me quita lo bailado dice el edil de cuchara grande?
Alfredo San Ramón Duval, alcalde de Huejutla, es todo un caso y además le importa poco lo que digan de él. Primero, se acuerda usted, cuando una vez ya fue presidente municipal, se despachó con la cuchara grande y se puso un sueldo que ni el presidente. Luego insistió y volvió a ganar el ayuntamiento. Y como prueba de su cordura invitó y pagó ¡más de 300 mil pesos!, nomás para que Maribel Guardia le fuera a adornar su desfile de carnaval. Lo peor del asunto es que le importa un comino lo que digan de él, y hasta presume: “¿pero que tal me veía al lado de esa mamasita?”. Cínico el muchachote.
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Ni los fufurufus están seguros
Pues sí, resulta que si usted pensaba cambiar de casa y comprar una humilde allá en el Campo de Golf, le avisamos que no es nada segura, que hasta la caja fuerte del capitán de los Tuzos, Aquibaldo Mosquera, se llevaron los ladrones en plenas narices de los que según cuidan. Así que si eso le pasa a los fufurufos, ni qué pensar de los que radican en colonias populares. Se comprueba la máxima de las películas de Pedro Infante, “serán muy fufurufos pero están muy solos con sus millones (bueno, antes que se los robaran)”.
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