En una ceremonia emotiva, fue develada una placa en honor al ilustre tulancinguense Aniceto Ortega del Villar, quien compuso grandes obras como la marcha de Zaragoza y la ópera Guatemotzin. La primera composición sentaría las bases como el antecesor de nuestro glorioso Himno Nacional Mexicano.
La develación se realizó con el apoyo que da a la cultura el Club Rotario “Valle de Tulancingo”, con lo que patentizaron nuevamente el amor y el impulso a la cultura por parte de los rotarios de Tulancingo.
Entre los asistentes estuvo Francisco Gerardo Baños Paz, quién acudió en su calidad de presidente del Club rotario Pachuca. Este club donó los recursos para la realización de la placa.
Entre los anfitriones estuvieron los socios rotarios, Juan Manuel Solís Badillo, presidente de Club Rotario Valle de Tulancingo, y el doctor Arturo Gómez Canales, ambos grandes impulsores de los personajes Ilustres.
También acudió el maestro Felipe Carrillo, autor de la canción “Somos Tulancingo”.
Juan Manuel Solís Badillo manifestó su gratitud al club rotario Pachuca y dijo que es un privilegio poder impulsar la cultura con esta placa, que es símbolo del reconocimiento para un tulancinguense que nos representa a nivel nacional.
Al evento acudieron autoridades municipales, quienes junto a los socios del Club Rotario hicieron este merecido homenaje.
Aniceto Ortega del Villar fue médico de profesión y músico de corazón. Tulancinguense que nació el 17 de abril de 1825, que con su capacidad brillante fundó en 1866 la sociedad Filarmónica mexicana y compuso la marcha Zaragoza en honor a don Ignacio Zaragoza defensor mexicano ante las tropas francesas.
Como tulancinguense es un orgullo reconocer a Club Rotario Valle de Tulancingo, por esta gran labor para difundir la cultura de sus grandes personajes históricos que engrandecen a Hidalgo y a México.