Destinos

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PEDAZOS DE VIDA

I
Era de ojos claros, pero no como el agua miel ni como la miel, ni como el agua ni como tantas metáforas choteadas por los poetas, este tenía los ojos claros y por eso su alma era transparente, por eso su corazón fue frágil y por eso se murió de un amor fallido, así son las cosas en este mundo dónde lo claro resulta vulnerable y lo complejo inalcanzable.

 II
Su muralla de perfección se derrumbó cuando descubrió un solo error en su palabra, el nombre.

III
Sucede que siempre te dicen que el destino es un camino labrado, que cuando naces está escrito en un libro o está marcado. El destino dicen que está escrito por manos divinas, y que nadie puede escapar a él, sin embargo ella se había negado a ser lo que el destino supuestamente le había indicado, y ciertamente no pudo escapar de la muerte, sin embargo alcanzó la inmortalidad al convertirse en “la peor de todas”.

IV
Por fin el paquete había llegado a su destino, estuvo como seis horas en espera de que el hombre llegara al edificio y viera en la portería que había un paquete para él, un paquete que seguramente sería por su eminente cumpleaños, así que subió, lo abrió y murió.

A veces el destino no está escrito como tal pero si viene acompañado de un explosivo, al final de cuentas aunque se desconozca el camino, todos sabemos el final de nuestros tiempos, todos conocemos que la ausencia de vida se puede nombrar muerte.

V
Poetas, dulces poetas. Hombres trágicos de la palabra, carniceros de la piel que usan hachas de metáforas. Ustedes, los locos, los pasionales, lo arrebatados, los viscerales, poetas inhumanos que se disfrazan en pieles de sensibilidad, que no temen al desgarramiento de las entrañas, ustedes poetas malditos que fueron los que alumbraron este camino.

Antorchas de lágrimas, asesinos de amor, mariposas sin gusanos y destinos finales de aquellos que sufren, que lloran, que imploran y que viven. Poetas traidores, poetas y nada más…