Destapando la cloaca…

PIDO LA PALABRA
Todos contra todos para ganar el hueso, y al final, todos se inmovilizan, todos se quedan quietecitos, dejando al ciudadano -como siempre- en la tablita y abandonado a su suerte

En el juego de la política todo el mundo está loco, menos tu y yo, aunque ya comienzo a tener mis dudas sobre ti; cada uno de esos loquitos asegura tener la razón, sus aseveraciones ligeras las matizan con la finalidad de dar a entender que ellos son los únicos que actúan con decencia y con una elevadísima calidad moral que los hace ser dignos de ser aceptados por las multitudes, y que fuera de ellos, los demás son necios, corruptos, mapaches y hasta políticos aldeanos como alguna vez alguien dijo; un loco no puede ver a otro loco.

Se acusa al contrincante en turno, como si el acusador tuviese la conciencia limpia que le permita un sueño tranquilo; los burros hablan de orejas; las prostitutas se acusan mutuamente de ser una más liviana que la otra; asimismo, los políticos se inculpan de mapaches escondiéndose baja la manga las cartas que les permitan hacer trampa; los ases los convierten en heces; esa es la virtud de los tramposos, de los mezquinos y esquizofrénicos delirantes del poder.

Por ello pregunto: ¿Quién vigila al vigilante?; todos se acusan de desviar recursos presupuestarios y a su vez, al escupir hacia arriba terminan por ensuciarse a sí mismos; y como por arte de magia, en los procesos electorales salen a relucir cosas que quizá se sabían desde hace mucho tiempo, pero pacientemente esperaron el momento electoral para darlas a conocer, estafas maestras, triangulaciones, tranzas y más tranzas salen cada que se destapa una cloaca.

Todos contra todos para ganar el hueso, y al final, todos se inmovilizan, todos se quedan quietecitos, dejando al ciudadano -como siempre- en la tablita y abandonado a su suerte; eso es lo que están haciendo en sus luchas políticas, hacen lo único que saben hacer: bloquear, denostar, agredir, acusar y decir que ellos son las únicas blancas palomitas que merecen ser favorecidos con los votos.

Con esas conductas atávicas, cavernícolas, lo único que los Partidos Políticos están logrando es que el electorado les haga un vacío en las urnas; aunque, -pensándolo fríamente y despojado de esa ira que por unos momentos me invadió- ¿no será acaso esa la intención de los que ven una derrota en estas próximas elecciones de Julio?, hacer que la frustración aleje de las casillas a los potenciales votos a favor de sus contrincantes, aunque, desde mi humilde opinión, no hay necesidad de poner zancadillas, de cualquier manera la caballada se tropieza con sus propias piedras que han dejado en el camino.

Qué fácil es empujar a la gente, pero qué difícil es guiarla; con la finalidad de ganar espacios y enseñar el músculo, muchos políticos no dudan ni un segundo en arrojar a la gente a la calle para gritar consignas; compran apoyo y venden promesas, luego, ya con el triunfo en el bolsillo, esas promesas se quedan solamente en eso, solo promesas, alimentadas con esperanzas de un cumplimiento que casi nunca llega; pero los políticos tramposos se encargarán de mantener encendida siempre la llama de la ilusión, para usar a esas masas a su antojo y cuando así convenga a los intereses de los líderes. Es asqueroso ver que la pobreza se ha convertido en un medio de manipulación y no de solución.

Lo cierto es que los políticos están mostrando la peor de sus facetas, están convirtiendo a la política en un vil cochinero, en una locura que solo logrará espantar a los electores y alejarlos de las casillas.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

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