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Desplazamiento interno forzado

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TEMPORAL

De acuerdo con el Informe Global de Desplazamiento Forzado 2014, alrededor de 160 mil personas han sido obligadas a dejar su residencia habitual en el país, debido principalmente a situaciones de violencia generalizada. El origen del fenómeno data de 1994 y se estima que 20 mil personas fueron desplazadas en 2013. Las entidades más afectadas son Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Guerrero.

 

Los motivos para que la población cambie su lugar de residencia son de índole diversa. Hay políticos, como el desplazamiento forzado; económicos, como la falta de empleo e ingreso; ambientales, como la ocurrencia de desastres naturales; personales, como el estudio o el matrimonio; o culturales, como la tradición de migrar.

            La migración, sin embargo, obedece predominantemente a motivos económicos y laborales. Por ello puede verse como una de las estrategias de supervivencia adoptadas por las familias mexicanas ante un contexto económico adverso.

            En las últimas décadas el fenómeno migratorio ha crecido en volumen e intensidad, pero también es más complejo y diverso. La globalización económica ha jugado un rol fundamental en dicho fenómeno. Consideremos que a la par de los beneficios del crecimiento económico, entre los que se cuenta la expansión de la infraestructura de comunicaciones y transportes; también han aumentado las brechas de desigualdad en el desarrollo social y económico entre países y regiones de origen y destino.

            La migración por motivos económicos y laborales, sin embargo, es un acto voluntario producto de una decisión individual o familiar. En el cual media una aspiración para mejorar las condiciones de vida. Caso distinto del desplazamiento forzado, en el que pesan más factores externos a las personas o sus familias.

            Conforme a la ONU, se define como desplazadas a “las personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”.

            Además del impacto de fenómenos ambientales y desastres, en el caso de México el desplazamiento forzado se debe a conflictos sociales tales como intolerancia religiosa, disputas entre comunidades y controversias por la propiedad de la tierra y sus recursos. En los últimos años se suma la creciente inseguridad pública, generando, en la práctica zonas de exclusión.

            Las estimaciones sobre la cantidad de personas que han sido desplazadas en México son tan diversas como las fuentes mismas. De acuerdo con el Informe Global de Desplazamiento Forzado 2014, alrededor de 160 mil personas han sido obligadas a dejar su residencia habitual en el país, debido principalmente a situaciones de violencia generalizada. El origen del fenómeno data de 1994 y se estima que 20 mil personas fueron desplazadas en 2013. Las entidades más afectadas son Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Guerrero.

            Dado que se carece de estudios que atiendan la caracterización propia del fenómeno en México. Es necesario analizar al desplazamiento interno forzado en sus distintas expresiones para su necesaria atención.

 

DIARIO PLAZA JUÁREZ